Ultras franceses del Ajaccio agreden y queman la camiseta de un niño de 8 años enfermo de cáncer

La liga francesa ha vivido este fin de semana uno de los capítulos más vergonzosos que se recuerdan en Europa. El Ajaccio recibió el sábado al Olympique de Marsella, en un ambiente cargado de hostilidad y en el que ya se preveían posibles incidentes. La Policía francesa diseñó un dispositivo «especial» para la cita, pero no pudo evitar los altercados.

El balance extradeportivo es demoledor: un periodista agredido, cánticos racistas en el interior del estadio y, lo peor, un niño de ocho años enfermo de cáncer golpeado por varios ultras del equipo local. La justicia francesa ya ha abierto una investigación por todo lo sucedido dentro y fuera del estadio.

Los lamentables hechos registrados en el sur de Córcega comenzaron un día antes, cuando miembros de ambas hinchadas se enfrentaron en las calles de la ciudad. Quedaba un día para el partido. En los alrededores del estadio, un periodista de France 3 Córcega fue agredido por ultras marselleses. Uno de ellos ya ha sido detenido y se le imputará un delito por «violencia agravada y robo agravado». El periodista tuvo que ser llevado a un hospital y el canal público de la televisión francesa anunció que presentará una denuncia.

Pero los hechos más graves sucedieron en el interior del recinto deportivo. Varios ultras del Ajaccio identificaron a un niño de ocho años sentado en un palco vip con los colores del Marsella. El pequeño, llamado Kenzo, sufre un tumor cerebral y es un gran aficionado del Olympique. El club, conocedor de su estado de salud, accedió a ayudarle a cumplir su sueño de ver uno de los partidos del equipo. Junto a Kenzo estaban sus padres, también vestidos con los colores del Marsella.

Según los testimonios de esta familia, la situación fue aterradora: «Mi hijo pequeño consiguió saltar una barrera y se metió en el palco de al lado. Kenzo no entendía lo que pasaba, le empujaron y se cayó. Se golpeó la cara con la barandilla del balcón. Mi marido estaba justo detrás de él, fueron a pedirle la camiseta (los ultras) y le dieron dos puñetazos en la cabeza. Luego se fueron y la quemaron». El líder de la hinchada local corroboró la historia en las páginas del diario Corse Matin. Tras el partido, el niño disfrutó de unos minutos con uno de sus ídolos, el jugador del Marsella Matteo Guendouzi.

Tanto el Ajaccio como el Marsella han condenado este y el resto de incidentes sucedidos el fin de semana. El Olympique, además, informa que presentará una denuncia «en cuanto los individuos sean identificados». La Fiscalía, al igual que ha sucedido con la agresión al periodista local, ha abierto una investiación por «violencia en grupo».

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