Un trotamundos del fútbol

Bravo comenzó a jugar al fútbol en el Unió Esportiva Almoines y el Gandía de Segunda B, donde anotó un gol con apenas 15 años, siendo el jugado más joven en hacerlo. En 1997 entró en la cantera del Real Madrid y debutó en el primer equipo en 2002 con Vicente del Bosque, época de la que se recuerda un gran gol ante en Huelva en diciembre de aquel año.

En 2003 fue cedido al Leeds y cuando regresó ese mismo año, el nuevo técnico merengue, Carlos Queiroz, lo aprovechó como pieza polivalente de la zaga. En 2004 fue a la Eurocopa, con Iñaki Sáez como seleccionador, pero más adelante, la llegada de Capello al Madrid en 2006 supuso el adiós de Bravo al club merengue y el comienzo de su periplo profesional fuera de España. Un periodo en el Olympiacos griego seguido muy pronto de otro en Numancia, adonde Bravo se fue tras haber mantenido discrepancias con el entrenador del conjunto heleno, que entonces era Ernesto Valverde.

Del Numancia, donde no pudo evitar el descenso a Segunda, Bravo regresó al Olympiakos, pero la llegada al banquillo de Valverde en 2010 le volvió a restar minutos y en 2011 se marchó al Rayo, club en el que tampoco le fueron bien las cosas y no contaron con él. Emigró al fútbol belga, al Beerschot Antwerpen, y luego al Córdoba, donde en 2014 marcó el gol del empate ante el Las Palmas que dio a los andaluces el ascenso a Primera. Bravo terminó su carrera en Grecia, en el Aris de Salónica, el Veria y de nuevo en el Aris, donde colgó las botas en 2017.