Ander Peciña | Jugador del Club Portugalete

«Veníamos de una situación convulsa y Fagoaga nos está dando tranquilidad»

Si por ahora alguien se ha beneficiado de este cambio, en el sentido de aumentar su presencia en el verde, ese es Ander Peciña. Durante los doce encuentros que Salinas dirigió a los jarrilleros, el lateral alavés participó en cinco de ellos, sumando algo menos de 400 minutos. Mientras que, bajo las órdenes del nuevo técnico, ha jugado siete de los ocho duelos, con casi 600 minutos acumulados en sus piernas. El joven de 22 años agradece esa confianza. «Confía en mí e intento responder», señala. Del mismo modo, considera que la continuidad incentiva el rendimiento del jugador. «Las cosas salen más fáciles y te atreves más, porque sabes que, aunque no te salga, tienes el respaldo del entrenador», comenta.

Ander Peciña se formó en las categorías inferiores del Deportivo Alavés, pasando después por el Haro Deportivo y el Amurrio antes de llegar al Portugalete. El suyo no ha sido un camino de rosas, pero de todo ha extraído un aprendizaje. En primer lugar, descendió de Segunda B con los riojanos. «Fue un año que lo pasamos muy mal, pero es una situación de la que aprendí y ahora sé afrontar las situaciones de presión mejor», declara. Asimismo, ese mismo verano, «parece que voy a fichar por un equipo de Primera Federación, pero me dan la negativa el 30 de agosto y me quedo sin equipo», revela. Una situación que fue «dura» de digerir.

Aquello le abrió las puertas del Amurrio, el cual describe como «un club humilde, de gente cercana, de pueblo y de amigos». Allí lo jugó todo, pero quería volver a dar un nuevo paso adelante, por lo que fichó por los jarrilleros. «Venir al Portugalete era regresar al fútbol profesional y dedicarme a lo que me gusta, así que no tuve ninguna duda», manifiesta. No obstante, tuvo complicado hacerse un sitio al principio y no pudo debutar hasta la quinta jornada liguera. Peciña reconoce que «para el jugador siempre es difícil no jugar, yo venía de ser importante siempre y fue difícil ver que no podía ayudar al equipo».

Un equipo que conjuntamente sufría al no cumplir las expectativas de ocupar las primeras plazas, lo que generó «crispación» y acabó con la dimisión de Patxi Salinas en su cargo. Es por ello que el lateral valora que «veníamos de una situación convulsa y Fagoaga nos está dando tranquilidad». Eso no quita para que se haya ido de golpe toda esa presión, que Peciña toma con mucha naturalidad, ya que «si quieres evitar situaciones de presión, no puedes jugar a fútbol», arguye. Es consciente de que deben tomárselo con calma debido a que «esto no se cambia de hoy para mañana» y está convencido de que finalmente lograrán el objetivo de ascender.