El Portugalete salva un empate sobre la bocina

Los portugalujos confirmaron las expectativas que hay puestas sobre ellos y dominaron completamente el primer tiempo. Dispusieron de más posesión de balón, gozaron de más acercamientos y parecían los más decididos a desequilibrar la balanza. Los pupilos de Iván Franco, que solo variaron dos modificaciones respecto al último encuentro, fueron mejores que los azkoitiarras, aunque no es que tuvieran muchas ocasiones claras de estrenar el marcador, ni mucho menos. De hecho, el Anaitasuna se presentó en La Florida como un rival férreo, con opciones de desmantelar al gran favorito de este grupo para lograr el ascenso a Segunda Federación.

El guion de la segunda parte fue similar, aunque incluso se pudo apreciar un paso delante de los locales. El Portugalete trataba de llevar la batuta, parecía el conjunto más cercano al triunfo, pero su rival también tenía papeletas para ello. De hecho, nada más cumplirse la hora de choque, el cuadro guipuzcoano logró ponerse por delante por medio de Mikel Pastrian, que dejaba sensiblemente tocados a los jarrilleros. Después el Anaitasuna enfocó todas sus energías en conservar su ventaja, convirtiéndose así en un partido mucho más cerrado y reduciéndose sobremanera la cantidad de ocasiones para ambas escuadras. Parecía difícil mover el marcador.

Más aun viendo lo que acontecía con el paso de los minutos. El combinado local no era capaz de derribar el muro de su rival y parecía abocado a conceder la primera derrota de la temporada. Todo hacía presagiar un triste destino para los jarrilleros a pesar de su insistencia. No obstante, con varios minutos discurridos del tiempo de descuento, el Anaitasuna concedió una falta en la frontal del área que se presentaba como la última oportunidad para que los portugalujos pudieran sacar algo positivo de este positivo. No lo desaprovechó Hugo Cabanas, que se hizo cargo de la responsabilidad golpeando el libre directo y logrando salvar un empate in extremis. Una gran alegría sobre la bocina.