Mattheus reaparece ocho meses después

Carlos Mattheus, que acababa de fichar del Urduliz por el Basconia e integrado en la estructura del Athletic, se lesionaba en el último amistoso de la pretemporada del segundo filial a principios de septiembre. Estaba destilando unas sensaciones más que prometedoras en la pretemporada basconista, antes justo de arrancar la competición en la Tercera RFEF. Pero el joven extremo, una de las novedades en el equipo patroneado entonces por Patxi Salinas, que había anotado en el amistoso ante el Avirón, se rompía en el ensayo ante el Derio de gravedad, con una rotura de ligamento cruzado, de la que se operó hace ocho meses. No pudo debutar en partido oficial, pero este sábado regresaba ante el Portugalete supliendo a Rojo en el minuto 88 en La Florida con el dorsal 16, colaborar en el 0-0 final, y sellar el playoff de ascenso a la Segunda RFEF.

El extremo se ha entrenado con el grupo pilotado ahora por Carlos Gurpegi en las últimas semanas esperando volver a vestirse de corto tras el paréntesis de la Semana Santa con un recorrido de esos ocho meses desde que se sometió a la intervención quirúrgica. Mattheus, de 1'85, se encuentra en buena condición física, pero los galenos y los fisios le han ido dosificando en las instalaciones de Lezama y en el rectángulo de Artunduaga para no precipitar su reaparición en un momento clave en la Tercera RFEF, con el Basconia instalado en la zona noble, quinto puesto, y ya preparando el playoff de ascenso a la Segunda RFEF.

Mattheus se siente motivado y con energía tras superar este calvario que ha encarado con mucha entereza. En el verde de La Florida se sacudió la presión inicial para sentirse de nuevo futbolista. Su severa lesión resultó un esquivo contratiempo para los planes del entonces entrenador, Patxi Salinas. Una lástima ya que cercenaba eventualmente la proyección de Mattheus (25-10-2001), que había estado en la órbita de los filiales de Eibar y Alavés antes del verano, aunque fue finalmente el Athletic el que se adelantó colmando las apetencias del extremo vizcaíno.

Un jugador formado en la cantera de la SD Leioa, con 19 años, que había marcado siete goles con el Urduliz gobernado por Nando Alonso, convirtiéndose el curso pasado en una de las sensaciones de la categoría por su verticalidad y polivalencia. Se puede desenvolverse en ambos extremos o como delantero centro. Un chico con talento y con la cabeza muy bien amueblada a sus todavía 20 años.

Junto a él recalaba también el pasado mes de junio en el Basconia, Malcom Adu Ares, también cosecha del 2001, formado en la cantera del Danok y del Indautxu antes de recalar en el Juvenil Nacional del Santutxu. El extremo de origen africano es una de las revelaciones del Bilbao Athletic, paradojas del destino, ya que lo ha impulsado Salinas junto a Luis Bilbao y Gerenabarrena, compañeros de Carlos Mattheus cuando se sumergía en su nuevo periplo en Artunduaga. Proyectos de futbolistas con un esperanzador futuro a los que se quiere unir el delantero tras reaparecer en la villa jarrillera.

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