Lander Torrealdai: «En el Barakaldo he sentido que se me valora»

- ¿Cómo vivió los meses que estuvo en el Gernika esta temporada?

Pues fue un comienzo de temporada bastante difícil para los tres capitanes. No nos hemos sentido tratados como creemos que merece cualquier futbolista o persona. A mí me costó mucho tomar la decisión de salir y le di muchas vueltas porque, de los últimos veinte años, he pasado 19 en el Gernika. Te da rabia y mucha pena salir así de un club donde has estado tanto tiempo, pero se habían sobrepasado unos límites de respeto hacia las personas, así que era un paso necesario.

- ¿Qué tiene que pasar para que un gernikarra con más de 400 partidos en el club acabe tomando esa decisión?

Pues nuestras condiciones no eran jugar o no jugar. Era sentirte parte del grupo o un mínimo de respeto que no se produjeron. Nosotros se lo comunicamos al club y apostaron por otras personas en vez de por los tres capitanes que entre nosotros sumamos muchísimos años en el Gernika. Después de tantos años, no sentirte arropado cuando las cosas no eran justas con nosotros, a mí me dolió. Creo que el tiempo nos está dando la razón porque hace poco el segundo entrenador también ha dejado el club.

- ¿Qué significa el Gernika para Lander Torrealdai?

Es el club de toda mi vida. Para muchos su equipo es el Athletic, para mí siempre ha sido y será el Gernika. Yo entiendo que el Gernika tiene que ser un club del pueblo y para el pueblo. Cuando se pierde esa esencia, te alejas de ese equipo del que siempre has sido. Sé que no es fácil porque la ambición de subir categorías siempre está ahí y eso complica que gente del pueblo esté en el primer equipo. A mí me gustaría volver algún día y poder despedirme bien del Gernika después de tantos años, porque salir así creo que no es bueno ni para nosotros ni para el club.

- Entonces, a finales de noviembre comienza a entrenar con el Barakaldo. ¿Cómo surge este vínculo y cómo fueron los primeros contactos?

David Lara, segundo entrenador del Barakaldo, es de Gernika y toda la vida ha entrenado en las categorías inferiores del club como yo, así que tenía relación con él. Me dijo a ver si me animaba a entrenar con ellos y comencé a hacerlo dos veces a la semana. Poco a poco me empecé a sentir bien, estaba a gusto con el equipo y firmé cuando me hicieron la oferta para jugar.

- Se le presentó oficialmente hace poco más de una semana. ¿Qué le hizo decantarse por el Barakaldo?

En el Barakaldo he sentido que se me valora, me tratan bien y tienen buenos detalles conmigo. Además, ya cuando empiezas a entrenar aquí, ves Lasesarre y la masa social y te llama mucho la atención. Fue el trato que recibí el que hizo que no dudase en firmar por este equipo. Tengo una edad en la que sé que no voy a vivir del fútbol y vi que aquí podía disfrutar.

- ¿Qué vestuario y plantilla se ha encontrado a su llegada? ¿Cuál considera que es la meta por la que pueden luchar?

Llegar a un vestuario nuevo, tan joven y tener un recibimiento tan bueno se agradece. Nuestro objetivo debe pasar por ser un equipo competitivo, plantar cara en cada partido que tengamos y también debemos ser realistas. No es el Barakaldo de otros años que, cuando estaba en Tercera, era uno de los gallos. El presupuesto será de mitad de tabla, pero no es de los cinco mejores. Tenemos que saber dónde estamos. Ahora estamos en la pelea y espero seguir así hasta final de temporada. Nuestro valor que no tienen otros equipos es la masa social y Lasesarre.

- ¿Qué puede aportar Lander Torrealdai a este Barakaldo?

Me gustaría aportar dentro y fuera del campo. Cuando tienes cierta edad, sabes que debes asumir otros roles y aportar tu experiencia de otros años. Aquí hay mucha gente joven, debo ayudarles en su camino y a que haya buen ambiente. Luego cuando toque jugar, lo haré lo mejor posible.

- Apenas estuvo un mes parado, por lo que la adaptación en lo físico habrá sido más sencilla.

He estado un mes medianamente parado porque estaba entrenando con el equipo de fútbol sala de Gernika, yendo a crossfit, jugando a pádel e hice una maratón de media montaña, así que parado del todo no estaba. Aunque todavía noto que no he cogido ese puntito, que a mí me cuesta.