Una fiesta que relanza al Barakaldo

El pequeño campo de Txerloia, con su única tribuna desde la que se divisan la cúpula de la Basílica de Loiola y el monte Ernio, tiene ya un lugar destacado en el inventario de grandes momentos de los 106 años de historia del Barakaldo. En esta localidad de Azkoitia el club fabril ha salido del infierno de la quinta categoría del fútbol español, un pozo al que nunca había caído.

Lo hizo con un gol de Iker Pedernales, «en el último segundo y en la última jugada», como resumió el autor del tanto. «No podía haber ido mejor. Más no se puede pedir», indicó con una amplia sonrisa. «Parece el guión de una película de suspense», se felicitó el director general y deportivo, Joseba Núñez.

Lo logrado en Azkoitia trasciende el valor de un ascenso. Es muchísimo más. El club ha vuelto a ser un fenómeno social y de unión en su ciudad. No había más que ver el entusiasmo entre los 800 hinchas que se acercaron hasta Txerloia. Un campo con un aforo medio de 300 espectadores reventó hasta los 1.200. De una taquilla algo inferior a los 1.000 euros a los 8.000.

La plantilla lo festejó en el campo. El presidente, Ricardo Arana, puso el acento en el seguimiento de la hinchada. «El valor de verdad de este partido es que nos han seguido 800 personas. En ellos nos apoyamos para el futuro», se enorgulleció.

La plantilla celebrará esta noche con sus seguidores en Zaballa el éxito, pero la gran fiesta queda para el sábado tras el partido ante el Padura a las 17.00. «Como no sabíamos que iba a suceder, habíamos decidido dejarlo para la semana que viene», explicó Núñez. El club pretende que haya una gran asistencia en el estadio de Lasesarre y celebrarlo a partir de las 20.00 horas con miles de personas desde el Ayuntamiento.

La jugada que ya está en la historia del Barakaldo estuvo a punto de ser abortada. Pasado el minuto 96, el último del descuento, se lanzó una falta que golpeó en la barrera. El árbitro estaba a punto de señalar el final, pero dejó que Pedernales recogiera el rechace y marcara. «Una temporada tan increíble como ésta sólo podía acabar de una manera tan increíble como esta», apuntó el entrenador. Imanol de la Sota. Y sentenció: «Está temporada teníamos dos objetivos, ascender e ilusionar a la gente. Hemos conseguido los dos», concluyó. El director general se despidió con una advertencia: «La campaña que viene queremos estar de nuevo arriba».

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