

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
javier beltrán
Jueves, 26 de agosto 2021, 11:50
«Este año toca volver a casa de nuevo», lanza Borja Ekiza (6-3-88) sobre su nuevo reto de echar un cable a su club originario, La Txantrea, el que le catapultó a Lezama como central veloz y contundente para debutar y asentarse posteriormente en el Athletic en la planta de la élite, además de transitar por el Eibar antes de su periplo por el extranjero. En 2019 regresó a Navarra desde el Enosis Neon Paralimni para jugar en el CD San Miguel, el equipo de su pueblo, Larraga, en el que ha militado las dos últimas campañas en la Regional navarra una vez que había anunciado que colgaba las botas del fútbol profesional con apenas 31 años. Ahora, sin irse muy lejos, supone el quinto fichaje de La Txantrea de Tercera División para seguir en la brecha. Le acompaña en su sentimental aventura, el también centrocampista exrojiblanco, Adrien Goñi (25-8-88), de su misma generación en el Athletic, que recala en el club del populoso barrio desde donde brotó de su cantera rumbo a Bilbao para cerrar el círculo de su carrera futbolística.
Ekiza entró a formar parte del equipo cadete del Athletic Club en 2002, procedente de La Txantrea. En 2008 se impulsó al Bilbao Athletic. Permaneció en el filial durante dos temporadas y media, hasta que fue reclutado por Joaquín Caparrós para el primer equipo. El bravo central Debutó en 2011 ante el Málaga y se adaptó como un guante a la exigencia de la máxima categoría. Se hizo fuerte en la zaga contra todo pronóstico desbancando a Fernando Amorebieta, al que una lesión permitía al navarro ser titular. Resultó anecdótico que tardase 15 partidos en recibir su primera amonestación, siempre educado en el verde pese a su contundencia. Después de 82 partidos en Primera División como rojiblanco, en agosto de 2014 firmaba un contrato de dos años con la SD Eibar, recién ascendido a la máxima categoría. Pero las continuas lesiones le penalizaron de tal manera que apenas le permitieron actuar en 20 partidos (15 en Liga y 5 en Copa), 18 de ellos como titular, en sus dos temporadas en Ipurua.
A partír de ahí, en 2016, arrancó su aventura exterior en las filas del FC Zirka Kropyvnytsky ucraniano, con el que sólo pudo jugar once partidos lastrado por las continuas lesiones. En julio de 2017 se incorporó al Omonia de Nicosia chipriota, donde apenas se vistió de corto de manera oficial en seis encuentros en la recta final del campeonato, y recaló posteriormente en el Enosis Neon Paralimni, donde disputó un partido. En septiembre de 2019, hastiado de las molestias físicas, anunció que había tomado la decisión de aparcar el fútbol, al menos el profesional, por los problemas crónicos en el dichoso tobillo derecho que le impedían disponer de una normal regularidad. Sin embargo, lo ha ido enderezando sin tanta exigencia, en las filas del CD San Miguel y ahora lo prolonga en La Txantrea.
El cuarto fichaje del prestigioso y carismático club pamplonica fue unos días antes el mediapunta Adrien Goñi, nacido en también en la capital navarra en 1988, que debutase en un partido en el primer equipo del Athletic ante el Sporting en mayo de 2009 en El Molinón, y completara 114 envites en el Bilbao Athletic. Tras un breve paso de seis meses por el Girona en Segunda División, el talentoso cachorro, que era una de las grandes promesas de Lezama por su clase, desarrolló su carrera deportiva en distintos puntos de la Segunda B. Se trata de uno de los mejores amigos y primo además de Iker Muniain. El hermano de Julen Goñi, que también fue jugador rojiblanco en sus escalafones inferiores y en el filial, ha participado en las últimas ediciones en su Campus de Muniain como monitor y entrenador. En su currículum figuran sus escalas desde el Athletic Cadete, Juvenil, Basconia y Bilbao Athletc, por Girona, Sporting Mahonés, Orihuela, SD Amorebieta, UD Logroñés, La Roda, vuelta a Urritxe con la SD Amorebieta, CD Calahorra, donde en la temporada 2017-18 fue uno de los héroes en el ascenso a Segunda B al anotar el penalti decisivo en la tanda ante el Atlético Levante, y su última escala en el seno del Racing Rioja, donde militó la última temporada corroborado que sigue con alfato goleador.
Ekiza y Goñi, ambos con 33 años, destilarán su experiencia y variedad de recursos, sobre los jóvenes valores que van promocionando desde el Juvenil de Honor de La Txantrea, club convenido del Athletic, desde donde tradicionalmente siempre se han exportado a Lezama talentos como Muniain, Iñigo Pérez, Arbilla, San José o el propio Julen Goñi. Una misión que sigue implantada en el corazón de Pamplona, como referente del fútbol base del Viejo Reino.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
El mastodonte de Las Contiendas y las diferencias con un mamut
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.