El Sestao River, ante la asamblea que marcará su futuro

El conjunto sestaotarra, sin apenas subvenciones públicas, tuvo que tocar todas las puertas posibles para reunir un presupuesto mínimo que le permitiera competir en Primera Federación. Incluso, el propio presidente tuvo que avalar de su patrimonio personal alrededor de 200.000 euros para hacerlo posible. Su mera presencia en este tercer peldaño nacional, con los medios que tienen a su alcance, es poco menos que un milagro, fruto también del trabajo y colaboración altruista de mucha gente.

Los socios verdinegros son conscientes de que «no podemos seguir así, esto a la larga no se puede mantener», reconoce Aritz Otaola, peñista de Old Firm. Bea Saldaña, de la peña Ribeer Albiz, agrega que «hemos exprimido demasiado a la directiva, no se les puede pedir más». Por todo ello, los dirigentes plantearán ante su masa social la opción de que el club se convierta en sociedad anónima deportiva, para que se gestione de manera profesional y gane músculo financiero. De esta manera, podrían dejar atrás todos los quebraderos de cabeza que le ha conllevado salir adelante cada temporada.

«A nadie le gusta que el club deje de ser de los socios, pero por la vertiente económica y el tema del relevo de esta junta directiva, igual no queda otra», manifiesta Dani de Diego, también de Old Firm. «Tristemente no hay ningún relevo a los actuales gestores, no se ha presentado nadie en las últimas dos elecciones. ¿Quién está dispuesto a coger el club y avalar de su patrimonio personal?», cuestiona. Juan Carlos Arango 'Yiyo', de la Peña Ribeer Albiz, subraya que «hay gente que no quiere ser sociedad anónima, pero cuando hay elecciones, tampoco se presenta nadie. Entonces, hay que buscar soluciones».

Todas las opiniones recabadas por este periódico mantienen el mismo discurso. «Lo idílico sería que el club siguiera siendo de los socios, pero tal y como se está poniendo el fútbol, para nosotros sería imposible seguir en Primera Federación», añade Bea Saldaña. Esta socia, respecto a la nueva fórmula de gestión que propondrá el club, cree que «necesito saber lo que van a exponer, pero no lo veo mal. Podría votar perfectamente que sí, si me convence lo que planteen». Los otros tres peñistas tienen más claro aún que podrían estar a favor, sobre todo, por quién parece estar detrás de este proyecto.

El nombre de José Antonio Jainaga, dueño de Sidenor y con un patrimonio neto estimado, según la lista de la revista Forbes, en unos 400 millones de euros, suena con fuerza para hacerse con el mando del River en caso de que sus socios aprobasen la transformación. «Lo veo con buenos ojos porque es una persona de aquí, con una empresa de aquí y contrastada en su sector. Me inspira confianza», comenta Aritz Otaola. «Es un buen gestor, ha relanzado Sidenor, tiene un gran patrimonio y es importante que sea de aquí y conozca el fútbol vizcaíno», sostiene también Dani de Diego.

Todos ellos coinciden en que «si hubiera sido un capital extranjero, ni se habría planteado». Sin embargo, con todos estos condicionantes, parece darse el ecosistema perfecto para que, al menos, se lleve a cabo el planteamiento en asamblea. Los posicionamientos son claros. Aritz Otaola refrenda que «soy partidario de que, si entra una persona como la que se está hablando, le daría mi voto de confianza, porque me gustaría competir lo más arriba posible».

En el caso de 'Yiyo', que regenta la hamburguesería Estación Los Hermanos en Sestao, indica que «por el bar, la inmensa mayoría de la gente mayor dice que está a favor, la gente de la Peña también... son más los chavales los que dicen que no». «No sé cuáles son sus expectativas, pero si queremos crecer, este paso hay que darlo», afirma. Dani de Diego también se postula «a favor porque creo que es un mal menor que hay que asumir». Por lo que ellos han testado, creen que es posible que salga la mayoría cualificada -dos tercios de los socios- requerida para que se lleve a cabo la conversión.