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Escocia se encargó en Hampden Park de llenar de dudas la era de Luis de la Fuente al frente de La Roja. Sin tiempo para amistosos donde echar a rodar la idea que tiene para la selección, los dos primeros partidos del camino hacia ... la Eurocopa de 2024 se convirtieron en todo un examen a los planteamientos del nuevo seleccionador, que tiene la dura tarea de dejar atrás la convulsa etapa de Luis Enrique en busca de una convivencia pacífica en torno a La Roja. Pero el crédito que ganó de entrada con un 3-0 a Noruega más sufrido de lo que dictaminó el marcador lo perdió de golpe en tierras escocesas.
Un varapalo de esos que duelen más por la forma que por el fondo y que ha estrenado a De la Fuente en el carrusel de críticas al juego de la selección y a los planteamientos del seleccionador. En especial en esos ocho cambios que realizó el riojano de un partido a otro y que dejaron a La Roja con un punto de bisoñez en Hampden que Escocia no desaprovechó. De hecho, la fortaleza física y la experiencia de los entrenados por Clarke se convirtieron en dos armas decisivas para desarbolar a una España donde ninguna línea funcionó y donde lo más preocupante fue la ausencia de ideas para buscar una reacción que nunca llegó.
Sabedores de que han cerrado una etapa muy complicada y no quieren que se repita con De la Fuente al frente de la selección, los jugadores no tardaron en pedir calma tras la derrota y dejar claro que este es un trabajo a largo plazo. Rodri, Merino, Ceballos, David García... Todos hicieron piña y aseguraron en zona de prensa que «no hay ninguna duda sobre la idea del seleccionador», que a su vez declaró que la derrota fue «dolorosa, pero hemos hecho muchas cosas bien». De hecho, De la Fuente aseguró que sus planteamientos se reflejaron «bien» en el terreno de juego y que «no me muevo ni un centímetro de la idea que he expresado a los futbolistas. Les he dicho a los jugadores que este es el camino. Iremos puliendo detalles, pero han expresado bien la idea. Por este grupo apuesto una y mil veces», sentenció.
Pese a su defensa, el plan de De la Fuente en Escocia evidenció notables carencias. Una de las más destacadas fue la falta de poso competitivo, la poca experiencia de un grupo en el que efectuó ocho cambios respecto al encuentro contra Noruega y que dejó a España con un grupo muy joven ante un rival hambriento, que castigó con dureza los errores del rival y que jugó con el ritmo de partido y con las pausas hasta desquiciar a los futbolistas españoles. De la Fuente tiene una gran estima por aquellos talentos que han hecho el viaje con él desde las categorías inferiores hasta la absoluta, pasando por el grupo que fue finalista olímpico en Tokio y que en su lista ha tenido una presencia importante, pero en Hampden evidenció que todavía le falta recorrido para afrontar encuentros de esta trascendencia.
En estos dos partidos ha quedado también latente el enorme trabajo que tiene por delante De la Fuente a la hora de ensamblar un bloque que sea capaz de afrontar con garantías los exigentes retos que tiene por delante, empezando por la 'Final Four' de la Liga de Naciones que abordará a mediados de junio en los Países Bajos. En el torneo se medirá primero con Italia en la antesala del duelo por el título, mientras que la anfitriona y Croacia se enfrentarán por la otra parte del cuadro.
Buscar el equilibrio entre juventud y experiencia será fundamental en el recorrido de De la Fuente al frente de La Roja. Y para ello se antoja de enorme importancia el tener tiempo para trabajar su idea, ya que el calendario ha querido que el nuevo seleccionador haya tenido que ponerse manos a la obra sin amistosos para pulir su tarea.
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