Noche feliz en La Cartuja, cerrada con un triunfo apretado que lleva a España a jugar su decimosegundo mundial consecutivo, una marca que sólo superan Brasil, Alemania y Argentina. Ahí es nada. La Roja cerró su pase a la primera y se ahorró las angustias ... de la eliminatoria de repesca. Con Gavi como estrella, la guinda la puso Morata, al que Luis Enrique sorprendió al dejar fuera del once. El delantero de la Juventus necesitaba un partido así. Su falta de eficacia ante el gol hizo que los berrinches de la hinchada en la Eurocopa se dirigieran a él. Anoche mismo arrancó con dos remates horrorosos, pero acabó por convertirse en el héroe.
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España
Unai Simón, Azpilicueta, Laporte, Pau Torres, Jordi Alba, Busquets, Gavi (Brais Méndez, min. 89), Soler (Mikel Merino, min. 73), Dani Olmo (Rodri, min. 89), Raúl de Tomás (Rodrigo Moreno, min. 59) y Sarabia (Morata, min. 59).
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Suecia
Olsen, Krafth (M. Olsson, min. 85), Lindelöf, Nilsson, Augustinson, Claesson, Olsson, Ekdal, Forsberg (Svanberg, min. 63)), Kulusevski (Quaison, min. 63) e Isak (Ibrahimovic, min. 73).
Gol: 1-0: min. 85, Morata.
Árbitro: Felix Brych (Alemania). Amonestó a Krafth, Brais Méndez e Ibrahimovic.
Incidencias: Partido correspondiente a la fase de clasificación para el Mundial de Catar, disputado en el estadio de La Cartuja ante 51.844 espectadores.
El otro gran protagonista es Luis Enrique. Ya nadie le discute. Cogió un equipo en caída libre tras tras la época dorada y lo ha llevado a las semifinales de la Eurocopa, la final de la Liga de Naciones y a su decimosexto Mundial. No hay duda que éste es un equipo de autor. Se ha atrevido con decisiones difícíles con los que lleva y con los que no lleva.Ha dado la titularidad a Simón por delante de De Gea, ha sido criticado por no convocar madridistas y además prescindir de Sergio Ramos, ha apostado por Laporte y llamado a jugadores sin experiencia como Gavi. El tiempo le ha dado la razón. Su gran triunfo no es llevar a España al Mundial, una obligación al fin y al cabo.Su gran éxito es haber convencido a todo el mundo que su equipo tiene un gran futuro.
En la piña final quedó clara la complicidad que tiene con sus jugadores. Ha logrado que le vean como el único líder y que antepongan el sentido grupal por encima de las individualidades, algo muy complicado de conseguir en las selecciones. Además, ha cambiado el clima alrededor del equipo. El llenazo de anoche en La Cartuja es la prueba de que La Roja ha vuelto a enganchar.
Tras una fase de clasificación más tortuosa de lo esperado,España llegó a la última jornada en una posición que nadie esperaba. Le valía el empate para certificar su clasificación para el Mundial de Catar'2022. «No vamos a especular. Vamos a jugar como siempre, sin renunciar a nuestro estilo», advirtió Luis Enrique. Fue así, aunque el partido generó un estado de gran tensión porque España nunca estuvo cómoda y el miedo al gran petardazo sobrevoló por La Cartuja.
Con seis cambios con respecto al once que ganó en Grecia, España se puso en manos de Gavi.Juega como un veterano. Pierde pocos balones y gana muchos. Fue el más atrevido. Mientras a los demás les quemaba el balón, era el único que conducía y se animaba a tirar paredes. Es además muy agresivo en la presión pese a sus 1,73 y 17 años.Pero el problema de La Roja en el arranque es que hubo mucho de Gavi, pero nada de los laterales Azpilicueta y Alba ni de los extremos Sarabia y Olmo.
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Suecia sentó en el banquillo a Ibrahimovic, pero dejó claro desde el principio que el partido no iba a ser coser y cantar. Los de Janne Andersson son una de las selecciones de mejor nivel defensivo. Sin apenas distancias entre sus líneas, sus jugadores son muy rápidos al cerrar los espacios y defienden el área como pocos en los centros desde las bandas. Tienen claro que eso es lo que les convierte en una selección competitiva y por eso no cayeron en la trampa de salir a buscar a España y plantearle un partido de tú a tú.
Con bajas de mucho peso en ataque –Ansu Fati, Ferrán Torres, Oyarzabal, Yéremy Pino y Gerard Moreno–, España dominó en la primera parte con un 74% de posesión, pero no firmó ni un disparo entre los tres palos. El que de verdad apretó las clavijas a la defensa rival fue Forsberg, que tuvo dos ocasiones muy claras.
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Luis Enrique agitó el banquillo y dio entrada a Morata, un acierto porque por fin dio presencia a España en el área. Los suecos estiraron líneas en el tramo final y a España le entraron los nervios.
En ese momento Olmo, que comenzó a hacerlo todo bien en la segunda parte, recibió un pase largo de Jordi Alba que sorteó la presión sueca. El jugador del Leipzig avanzó y lanzó un misil que Olson desvió con apuros al larguero y Morata, con una gran frialdad, firmó el gol que pone a España en Catar. Lo hizo en el mismo estadio en el que tantos reproches recibió por su falta de gol en la Eurocopa. Morata pasa de villano a héroa en la Cartuja.
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