El debut eléctrico de Nico Williams

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El navarro ha dado un paso de gigante con solo 20 años porque se estrenó en un partido oficial y porque el entrenador gijonés no tuvo dudas en darle buena parte de la responsabilidad ofensiva de La Roja a pesar de ser un recién llegado. España estaba atascada y necesitaba un cambio de chip, un chispazo que transformara el escenario para tratar de dar la vuelta al marcador -Nico entró en el terreno de juego de La Romareda poco después de que los helvéticos hicieran el segundo gol-. Luis Enrique entendió que el pamplonés podía ofrecerle algo diferente por calidad, talento y también por motivación.

El rojiblanco lo tuvo claro nada más pisar el césped. Se pegó a la banda derecha y marcó su territorio la primera vez que recibió el balón. Nada de darse la vuelta para buscar un apoyo en el centro del campo. Sus compañeros habían abusado de los rondos y esa estrategia no había funcionado. Así que él recibió y miró hacia adelante. Con la pelota pegada al pie se fue hacia el área sin pensárselo, con el desparpajo propio de su juventud pero también con una confianza ciega en sus posibilidades. En realidad hizo lo que sabe hacer, lo que le ha valido la confianza de Ernesto Valverde en el Athletic y le ha abierto las puertas de la selección. Quién sabe si también las del Mundial de Catar si el rendimiento y sus prestaciones se mantienen o incluso mejoran. El preparador asturiano no es de los que miran el DNI para tomar decisiones.

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Internada en el área con peligro en el minuto 66, buena entrada por su costado con un centro excelente en el 69, otra galopada con intención en el 72... Incluso buscó las cosquillas de sus rivales en el costado izquierdo. En un par de ocasiones porque La Roja sacó córners desde la derecha y él era el encargado de situarse en el pico del área en el lado contrario. Pero también porque en un intento de romper las costuras de la defensa de Suiza el seleccionador optó por cambiar de banda a Williams y Yéremy.

Hábitat natural

La media hora en la que el navarro estuvo en el campo el acoso de España fue constante a pesar de que las acometidas llegaban a trompicones y más con el corazón que con la cabeza. Quedó claro en cualquier caso que el hábitat natural de Nico está en la zona derecha, bien pegado a la línea de cal para arrancar desde ahí y encarar a su oponente para intentar superarle bien por dentro o por fuera. Se entendió con Marcos Llorente, a quien filtró dos buenos pases cuando el jugador del Atlético rompió la línea defensiva. La Roja tiene que ganar el martes a Portugal en Braga para plantarse en la Final Four. Quizás Nico tenga otra oportunidad.