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No ha sido la noche de La Roja en Hampden Park, que sufrió un serio golpe en su autoestima en plena reconstrucción tras la etapa de Luis Enrique. Tampoco fue la mejor noche para el regreso de Iñigo Martínez a la selección después de ... nueve largos meses de ausencia y ni siquiera la movilidad y el empeño de Nico Williams en la segunda parte sirvió para levantar el ánimo de una España muy desorientada en tierras escocesas.
El primer encuentro a domicilio de Luis de la Fuente se saldó con un fiasco monumental. El seleccionador buscó refrescar a su grupo tras la clara victoria del sábado ante Noruega porque imaginaba un duelo muy físico, y en ese sentido acertó, porque Escocia exigió muchísimo a La Roja en el cuerpo a cuerpo. Pero nadie esperaba que España se fuera desintegrando con el paso de los minutos, ayudada por dos goles rivales que evidenciaron una clara ausencia de ideas de España sobre el complicado césped de Hampden Park.
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Una de las novedades de Luis de la Fuente ha sido Iñigo Martínez. Desde junio de 2022, cuando la selección que entrenaba Luis Enrique ganó 2-0 a la República Checa, no había vuelto a ser internacional el central del Athletic. Pero Luis de la Fuente no dudó en convocarle en su primera lista como seleccionador de La Roja y en darle la titularidad en su segundo partido –en el primero frente a Noruega fue Aymeric Laporte quien ocupó su plaza–. Iñigo Martínez ha disputado su partido número 20 con la selección española y sumó su segunda derrota a una trayectoria casi inmaculada, porque con La Roja solo había perdido hasta anoche un duelo frente a Croacia (2-3) a finales de 2018.
Martínez ha formado pareja con el osasunista David García y ha tenido la mala suerte de que el remate de McTominay en el primer gol de Escocia le golpeara y desviara la trayectoria lejos del alcance de Kepa. Desde ese momento, a España le ha tocado remar a contracorriente y se ha mostrado tremendamente incómoda con el plan de partido. Y en cuanto al central rojiblanco, le ha tocado sufrir con las salidas a la contra de Escocia y su capacidad para generar peligro a balón parado.
Cambios para revitalizar
Con 1-0 en contra Luis de la Fuente trató de reactivar a su grupo tras el descanso y dio entrada a Nico Williams en lugar de Oyarzabal. El seleccionador buscaba el desparpajo, la velocidad y la capacidad de desborde del pequeño de los hermanos, y no se puede negar que el rojiblanco lo intentó. Sin duda, ha sido el futbolista de La Roja que más empeño ha puesto para romper la esta vez inabordable defensa de Escocia. Nico se colocó por la derecha y pronto se dejó notar con un buen balón interior a Gayá, pero una y otra vez, España se atascaba al llegar a los límites del área rival.
El ritmo de juego tampoco ha ayudado a que el futbolista del Athletic fuera determinante en ese intento de reacción, porque España jugó con poco ritmo y además, Escocia se encargó de cortarlo todo lo que pudo. Así las cosas, De la Fuente siguió buscando soluciones y con la entrada de Iago Aspas y de Borja Iglesias, trató de hacer funcionar esas conexiones, esos últimos pases que tanto se echaron de menos. Pero mientras Nico Williams siguió insistiendo en busca de romper la cintura de su defensor, el resto de la línea de ataque de España vivió a oscuras en la noche escocesa. Ni un remate en condiciones en esa segunda parte, ni una acción donde aprovechar la frescura del extremo rojiblanco.
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