La hora del fútbol de bronce vizcaíno

La plantilla ha sufrido una auténtica revolución. Únicamente continúan nueve futbolistas que el curso pasado disponían de ficha del filial. Siguen Álex Padilla, Unai Egiluz, Hugo Rincón, Beñat Gerenabarrena, Alejandro Rego, Luis Bilbao, Quicala Bari, Urko Izeta e Iñigo López. Mientras, desde el Basconia promocionan Oier Gastesi, Aimar Duñabeitia, Miguel Barandalla, Erlantz Palacín, Junior Bita, Mikel Jauregizar, Carlos Mattheus, Ibon Sánchez, Iker Varela e Ibai Asenjo. Además, Peio Canales y Aingeru Olabarrieta apuntan a dar el salto desde el Juvenil.

La entidad rojiblanca ha decidido reforzarse también con Aymane Jelbat, que llega procedentes del Barakaldo, y con Jon de Luis, que recala desde el Subiza, para tratar de acabar con los males endémicos que sufrió el filial en la parte central de la defensa. Sin lugar a dudas, es una de las plantillas más destacadas del grupo junto a la UD Logroñés y el Barakaldo.

Desde hace una temporada todo son alegrías en el Barakaldo. El conjunto fabril comenzó el proyecto que quiere devolver al club al profesionalismo de la mejor manera posible, con un ascenso histórico en el que no encajaron ninguna derrota. No obstante, no se conforman solo con mantenerse en la categoría en su estreno en Segunda Federación. Quieren escalar un peldaño más. «Tenemos que intentar con todas nuestras fuerzas dar otro paso y estar en esa pelea por ascender», confirma Imanol de la Sota.

El técnico santurtziarra, que continúa tras la proeza lograda el curso pasado, tiene claras las directrices. «Ambición con los pies en el suelo, trabajar día a día, preparar cada partido como si fuera el último y conseguir que la gran plantilla que tenemos se convierta en un buen equipo», adelanta. Los fabriles han conformado un bloque de mucho nivel, donde cabe destacar el equilibrio y la competitividad. «Hay que felicitar a Joseba Núñez porque ha conseguido hacer una plantilla con una competencia interna muy grande y con capacidad de tener muchas variantes», resalta el entrenador.

El Barakaldo ha conservado a su columna vertebral y se ha reforzado con diez fichajes. Además, la pretemporada ha venido a confirmar las buenas sensaciones. El estilo será el mismo: ritmo frenético, presión alta y un juego muy ofensivo. Así lo confirma el técnico: «El modelo es innegociable».

La temporada pasada no fue sencilla para el Arenas. Su papel fue un tanto gris. Se estableció en el ecuador de la tabla, cuando sus pretensiones eran más altas. Ahora arranca de cero con nuevo cuerpo técnico, una plantilla remozada y la única intención de «ir a ganar todos los partidos», señala Manu Calleja, nuevo entrenador de los getxotarras. El técnico cántabro cree conveniente huir de objetivos a medio plazo y lo único en lo que piensa es en formar «un equipo intenso y competitivo, que empatemos o perdamos, sienta que se le han escapado los puntos, nunca iremos a no perder».

El Arenas se presenta como uno de los candidatos a ocupar los puestos cabeceros en un grupo de Segunda Federación donde «el nivel ha incrementado mucho», advierte Calleja. «Han descendido Bilbao Athletic, UD Logroñés y Calahorra, que tienen mucho nivel; ha ascendido el Barakaldo con un muy buen equipo y ha llegado también el filial del Zaragoza», apunta. El entrenador indica que «tenemos ambición y ganas, pero no tenemos presión más allá de jugar cada partido como si fuera una final». El combinado rojinegro cuenta con 22 futbolista y ha sufrido la desdicha de tener a dos jugadores con lesiones de gravedad: Markel Mayo y Manex Iradi. «Tenemos futbolistas polivalentes y no pensamos en nuevas incorporaciones. Es una mezcla entre un equipo joven con hambre, ganas e ilusión y puntales veteranos que vienen con experiencia en otros clubes».

El Gernika afronta la nueva temporada con la ilusión que supuso entrar en el play-off el curso pasado, pero deseando que ese hecho no se convierta en un motivo de presión por querer repetir lo que fue un auténtico hito para el club. Germán Beltrán ha llegado al banquillo de Urbieta para sustituir a Aitor Larrazabal y señala que «la primera meta es la salvación, hay que conseguir 40 puntos y luego veremos». «Ojalá seamos otra vez el equipo revelación y estemos arriba, pero por presupuesto no somos los gallos del corral, así que hay que tener los pies en el suelo», añade.

Después de una temporada sin entrenar, el técnico turolense considera que la villa foral «es un buen sitio para trabajar y tengo mucha ilusión». Germán Beltrán quiere conformar «un equipo incómodo para el rival, tener la iniciativa con balón y saber adaptarnos a cada circunstancia» e incide en la importancia que tendrá «manejarse como local». El conjunto blanquinegro ha retenido a ocho futbolistas de la campaña pasada. «Nuestra intención era renovar a la base del año pasado y lo hemos hecho en cierta manera, aunque nos hubiera gustado retener a más, pero hicieron un buen año y no era fácil», reconoce. A los Altamira, Arberas, Berasaluze, Agirrezabala, Larrauri, Carlos González, Ortega y Gallastegi, se han sumado una docena de fichajes, la mayoría con experiencia en la categoría e incluso alguno proveniente de Primera Federación, como Mario Capelete.