Derbi de muchos reencuentros y emociones en Lasesarre

En el cuadro blanquinegro, hay siete jugadores con pasado fabril. Allí jugaron Gaizka Argente, Jon Agirrezabala, Jorge Bengoetxea, Aitor Ortega y Josu Gallastegi, mientras que Carlos González militó en categorías inferiores y Mikel Zarrabeitia estuvo entrenando con ellos la temporada pasada, en busca de un nuevo destino. Además, será una cita especial para el cuerpo técnico formado por Germán Beltrán y Alain Alonso, ambos con mucho sentimiento hacia el club baracaldés, al que entrenaron juntos hace tres años. Por otro lado, también hay cuatro futbolistas del Barakaldo que pasaron por Urbieta, con los que ha charlado EL CORREO.

Antes de lograr los ascensos con el Amorebieta y en el Barakaldo, Aimar Sagastibeltza militó una temporada en el Gernika. El zaguero lo jugó todo, pero no puedo evitar el descenso de los blanquinegros. Aún así, «tengo un recuerdo muy positivo y un cariño especial al Gernika», resalta. Pese al fiasco en lo deportivo, «disfrutamos del camino realizado porque el nivel humano de la plantilla era extraordinario, hubo detalles difíciles de explicar con palabras», apunta el actual capital fabril. Por todo ello, comenta que «son partidos muy bonitos de jugar», aunque también advierte de que será «muy difícil». «El Gernika es un equipo de mucho nivel, muy competitivo y con muchos recursos», añade.

Ekaitz Molina fichó por el Gernika justo después de lograr el ascenso con el Amorebieta. Por lo tanto, quería reivindicarse. Desgraciadamente, una larga lesión de espalda se lo impidió. «Fue un año complicado para mí porque estuve mucho tiempo lesionado, luego me costó entrar en dinámica y no pude participar mucho», reconoce. También agradece ese ambiente de club cercano, que ha vivido también en el resto de equipos que ha estado: Cultural de Durango, Amorebieta y ahora Barakaldo. Todos ellos con una identidad vasca muy marcada en cuanto a sus jugadores se refiere. Es por ello que este domingo en Lasesarre, «habrá ese pique sano de querer ganar a los amigos», destaca Molina, que también atisba un encuentro «muy duro».

Ander Pacheco estuvo tres temporadas jugando en Urbieta. Allí consiguió un ascenso a Segunda Federación, categoría en la que brilló marcando quince dianas. No es extraño que asevere que «es donde más he crecido personalmente, allí he vivido los mejores años que me ha dado el fútbol». También destaca que «es un club muy familiar al que nunca olvidaré, no puedo tener mejor recuerdo». Asimismo, reconoce que es una cita especial por los reencuentros que habrá, aunque es consciente de que «siempre que se cruzan dos vizcaínos, es muy difícil ganar». De hecho, ya se ha cruzado 'whatsapps' con varios de los que serán sus rivales el domingo bromeando con que van a cortarse las rachas.

Quién ha formado parte del Gernika más recientemente es Antonio Salado, que el curso pasado anotó ocho dianas allí pese a ser centrocampista. «Tengo un recuerdo muy bonito y especial, teníamos un muy buen grupo y los resultados fueron muy favorables», indica. Su única espina como blanquinegro fue caer en primera instancia del play-off de ascenso al que se clasificaron de manera muy meritoria. Es por ello que éste fue uno de los partidos marcados en rojo en el calendario del sestaotarra. «Es especial porque es un partido entre amigos de muchos reencuentros», manifiesta. Según Salado, para alzarse con el triunfo deben «igualarles en intensidad, ser fuertes en las disputas y aprovechar las dimensiones de nuestro campo».