La Real Sociedad veta a la afición del Betis para evitar la presencia de ultras del Atlético en el homenaje a Zabaleta

La decisión es, cuando menos, polémica, e incluso podría ser ilegal. Pero para la actual directiva de la Real está más que justificada. «Aitor está en nuestra cabeza y en nuestros corazones. Y desde luego, que ningún tío del Betis que venga a tocarnos los cojones va a entrar a Anoeta», aseguró el presidente Jokin Aperribay en el cierre de la junta de accionistas.

¿A qué se refiere el presidente de la Real Sociedad? Para entender este conflicto hay que retroceder al año 2022. El 15 de abril, en los aledaños del estadio donostiarra, una treintena de radicales de la Real Sociedad irrumpieron con barras de metal, palos y bengalas en la terraza del bar Edelweiss, de Amara, donde veinte aficionados béticos estaban comiendo. Se inició una batalla campal que se saldó con cuatro seguidores del Betis heridos y dos hinchas radicales detenidos. Los dos jóvenes arrestados pertenecían curiosamente a la peña Iraultza del Alavés. Según testigos, los 'aficionados' del Betis vestían indumentaria relacionada con el mundo ultra y medios locales los vincularon al grupo radical bético UF.

La relación entre ultras en el fútbol es muy común. Es vox pópuli, que los radicales del Betis y Atlético de Madrid mantienen una estrecha amistad. Y ese mismo año, pero en octubre, un grupo de ultras neonazis vinculados a las peñas radicales del Atlético viajaron con la afición del Betis y entraron en Anoeta, donde mostraron orgullosos una bandera de su grupo con simbología nazi. Horas antes, vecinos del barrio de Amara denunciaron que un grupo de individuos -presumiblemente estos radicales u otros ultras béticos- se habían paseado por San Sebastián cantando el 'Cara al Sol' -himno de la dictadura franquista-.

Estas personas pertenecen a un grupo neonazi que es una escisión del Frente Atlético, el grupo que se aloja en el fondo sur del Metropolitano bajo la excusa de 'animar' y que cuenta con un amplio historial delictivo y con una ideología política de extrema derecha. En la cuenta de Twitter de este grupo de seguidores radicales -Suburbios Firm- se pueden ver varias publicaciones haciendo alusión a Adolf Hitler. También reciben mensajes de los ultras del Betis, Gol Sur. Algunos de condolencias por la muerte de un familiar cercano a uno de sus líderes, otros de compadreo y posando en el fondo del Benito Villamarín como si se tratase de dos aficiones normales que acuden al fútbol hermanadas.

Y bajo este caldo de cultivo, llegaba una nueva visita del Betis a San Sebastián. Casualidad de la fecha, el día que la Real Sociedad recordaba a su aficionado asesinado a manos de un ultra vinculado a grupos radicales del Atlético de Madrid. Y el club txuriurdin no está por la labor de que se repitan los lamentables episodios ocurridos el año pasado. Así que el pasado martes emitió un comunicado donde informaba que «la venta de entradas para el partido frente al Real Betis por la plataforma online ha quedado desactivada. Todas las entradas adquiridas por esta vía desde el día 5 de diciembre van a quedar anuladas. Procederemos a contactar por email y a devolver el importe de las localidades a todos los afectados».

En el escrito dejaban claro que esta medida era estrictamente «por motivos de seguridad», a la vez que pedían «disculpas» a la afición del Betis, que se desplaza en masa -es una de las más fieles de España- en cada salida. Pero, añaden, «en la temporada pasada algunas de las localidades adquiridas por algunos aficionados del Real Betis se utilizaron para que radicales de otro club accedieran al estadio».

Al día siguiente, el Betis respondió al comunicado de la Real con un tono de sorpresa por lo que estaba sucediendo. «El Real Betis sólo vende localidades visitantes a sus socios, que están todos identificados, y elabora un listado que se envía previamente a la Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, a LaLiga y al club local. Estas entradas son personales e intransferibles y es muy sencillo chequear la identidad del usuario final que accede al estadio a través de la comprobación del DNI. Si en años anteriores accedieron al Reale Arena aficionados ajenos al Real Betis lo hicieron fuera de este procedimiento y por razones absolutamente ajenas a nuestro Club y sólo achacables a la organización local», echando la culpa de lo ocurrido hace un año directamente a la Real Sociedad.

Además, recalca que la afición bética «habría estado encantada de sumarse a los actos de homenaje a Aitor Zabaleta». En la misma nota aseguran que la Real Sociedad es «un club amigo» pero «la respuesta recibida por parte la de la entidad donostiarra no ha sido satisfactoria en ningún momento». Así pues, el Betis ha decidido no vender entradas a la afición visitante de la Real cuando estos tengan que jugar en Sevilla. Y, de paso, les recuerda que se han saltado el acuerdo alcanzado por 17 clubes de LaLiga -al que el Athletic está suscrito- para favorecer los desplazamientos de aficionados en el fútbol español.

Lo sucedido tiene trascendencia más allá de lo futbolístico. Facua ha denunciado a la Real Sociedad ante Kontsumobide por discriminar a los aficionados béticos. Dice la organización de Consumidores en Acción que el argumento utilizado por la directiva txuriurdin «es totalmente inaceptable ya que supone criminalizar a toda la afición bética».

FACUA pide a la Real Sociedad que se «retracte» de una decisión que supone una «clara vulneración de la normativa vigente», e insta a Kontsumobide a que abra expediente y sancione por ello al conjunto vasco. Además, la asociación informa a los aficionados béticos que ya hubiesen adquirido vuelos y hoteles para viajar a San Sebastián que pueden denunciar a la Real Sociedad ante las autoridades de consumo para reclamar daños y perjuicios en caso de que finalmente no puedan entrar al partido.

Y en relación al comuinicado del Betis de no vender entradas a los aficionados de la Real Sociedad para el partido de vuelta, FACUA advierte al club sevillano que, en caso de que finalmente cumpla su amenaza de discriminar por razón de origen o lugar de residencia, también estaría vulnerando dicha normativa en materia de defensa de los consumidores y usuarios.