Triunfo vital que acerca la salvación al Sestao River

«Ahora o nunca», rezaba una pancarta en un Las Llanas abarrotado por 3.689 espectadores. Era cierto. El ambiente ya mostraba por sí solo la importancia de un choque totalmente determinante en las aspiraciones de mantener la categoría del Sestao River. Los verdinegros recibían a un Sabadell que marcaba la línea de la permanencia, con entonces seis puntos sobre los de Aitor Calle. Por lo tanto, algunas de sus opciones de salvarse pasaban por lograr la victoria frente al segundo equipo más en forma del grupo en la segunda vuelta después del Deportivo de la Coruña.

Lejos de que la presión supusiera un obstáculo para los sestaotarras, éstos se crecieron y supieron dar la talla en una cita marcada en el calendario. El Sestao River completó una actuación sobresaliente, pasando como un rodillo sobre los arlequinados hasta firmar un contundente 3-0 que demuestra que este equipo tiene madera para quedarse en Primera Federación. Desde luego que la salvación se ve ahora más posible que nunca. Está sólo a tres puntos, con aún doce jornadas por delante dónde no está permitido quitarse el mono de trabajo.

El técnico de los locales sorprendió con una puesta en escena insólita, con Azkue como defensa central y Jaso de lateral izquierdo. Lo cierto es que, en un principio, los planes le funcionaron a la perfección. El Sestao River fue muy superior en la primera parte, haciendo mucho daño por el costado derecho, principalmente con un Jon Cabo muy activo, que lograba desbordar continuamente a su par y crear peligro. El extremo de 23 años tuvo en sus botas también la mejor ocasión del primer tiempo tras recibir un brillante pase de Etxeberria que le permitió encarar a Ortolá, pero su disparo cruzado se marchó desviado.

Al Sabadell, segundo equipo más en forma de la segunda vuelta tras el Deportivo de la Coruña, le tocó sufrir mucho y solo la falta de efectividad de cara a puerta de los sestaotarras le salvó de irse por detrás al descanso. Aunque también es cierto que pudo marcar en una jugada aislada en el minuto ocho de partido, donde Domenech estrelló el balón contra el larguero con un disparo lejano. Quedaba entonces la incógnita de si el cuadro local podría mantener el alto nivel en la segunda mitad, puesto a que ya es habitual verles bajar el ritmo y perder muchos puntos en los últimos tramos de partidos que parecían bien encaminados.

Todo parecía distinto esta vez. El Sestao River salió del paso por vestuarios con mucha energía y encontró su merecido premio en el minuto 52, con la fortuna de su mano. Aranzabe centró raso desde la izquierda, Jon Guruzeta remató, parando Ortolá, pero dando el rechace en la cara a Kaxe para que la pelota entrara hasta el fondo de las de las mallas. Un tanto que daba muchas alas a los suyos, pero que tendrían todavía casi cuarenta minutos por delante para defender su ventaja. Vaya si lo hicieron. El equipo no se cayó, sino que buscó el gol de la tranquilidad.

El nombre propio del último tramo del partido fue el de Álex Carbonell. El futbolista cedido desde la Real Sociedad entró en el minuto 87 y, en poco tiempo, logró sentenciar el partido a favor de los suyos. Cuando llevaba solo dos minutos en el campo, anotó el 2-0 a centro de Aranzabe. Dopi no llegó al remate y el guipuzcoano la empujó desde el segundo palo. No conforme con ello, en el tiempo de descuento, pudo coger un rechace de un remate de falta de Leandro y volvió a marcar para hacer el 3-0 definitivo y estallar la locura en Las Llanas.

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