El Sestao River logra la salvación a la épica

El cuadro de la Margen Izquierda estaba ante una misión realmente complicada. Debía vencer para no depender del resto de resultados, estando un punto por encima de Fuenlabrada y Sabadell, principales rivales por la única plaza de descenso que estaba en juego. Para más inri, estos dos se enfrentaban a equipos sin nada en juego.

Los nervios estaban a flor de piel en los más de 250 sestaotarras desplazados hasta tierras leonesas para empujar a los suyos en está última cita liguera. Además de dejarse la voz animando, muchos estuvieron pendientes del teléfono móvil en una jornada donde los transistores cobraron protagonismo. Todos querían saber que ocurría en el resto de estadios, obviando que lo más importante era la actuación de los hombres de Aitor Calle, quiénes dependían de sí mismos. A éstos les tocó sufrir en exceso en los primeros compases de juego. Calderón era un filón en banda derecha y puso en muchos apuros a los verdinegros, quiénes recibieron la alegre noticia del tanto del Lugo contra el Sabadell y la amarga de la diana del Fuenlabrada ante el Cornellá.

Con el tiempo, el encuentro se fue igualando poco a poco. La Cultural Leonesa redujo su intensidad inicial, quizás también fruto del gol de la Ponferradina, y el Sestao River pudo coger oxígeno. En ese momento, en el minuto 26, el que se salió del guion para obrar el que ya será recordado como un momento histórico del club fue Gorka Garai. El centrocampista vizcaíno y cerebro de este equipo, que llevaba sin marcar más de dos años, recibió un pase de Aranzabe en la frontal del área y se llenó de valentía para armar un tremendo zapatazo contra el que nada pudo hacer Amigo. El balón cogió gran velocidad y potencia hasta perforar las redes, desatando el éxtasis de todos los miembros del club y de los numerosos aficionados pendientes a este duelo, ya fuera en el estadio o desde cualquier otro lugar. Sabían que ese gol podía valer una salvación que ha costado muchísimo trabajo y sacrificio a una de las entidades más humildes de la categoría, que ha remado contra viento y marea hasta lograrla.

No obstante, todavía quedaba un mundo. Había que hacer una labor de resistencia heroica para mantener el resultado frente a un verdadero transatlántico. Más aun teniendo en cuenta que, al descanso, el Fuenlabrada ganaba por 2-0 y el Sabadell había empatado su partido. Es decir, un tanto más de los catalanes y otro de la Cultural Leonesa sentenciaba a los sestaotarras al descenso. Lejos de darse por vencidos, en el segundo tiempo, los locales siguieron achuchando, tratando de darle la vuelta al marcador como fuera. De hecho, Calderón tuvo una clara ocasión para empatar, que repelió Antxon Jaso tirándose al suelo y rechazando el balón a córner. Asimismo, el Sestao River también tuvo tres acciones para poder sellar la victoria y la permanencia mediante Cabo y Leandro, por partida doble.

Sin embargo, el resultado se mantenía mientras el Sestao River se blindaba atrás y trataba de arañar tiempo al cronómetro. En el Anxo Carro reinaba el caos, poniéndose el Lugo ganando 3-1, pero empatando el Sabadell en el descuento. En cambio, la reacción de los arlequinados fue tardía y, con el empate (3-3), se decretó su descenso y la consecuente permanencia de los sestaotarras, que lo celebraron en la grada antes del pitido final en León.

El mejor broche final a una temporada muy meritoria fue lograr la victoria (0-1) ante la Cultural Leonesa en un estadio dónde nadie ganaba desde el 17 de septiembre del pasado año para escalar así hasta la undécima posición de la tabla. Una gesta.