Los errores condenan a un batallador Sestao River

Por mucho que haya habido un parón navideño de por medio, Aitor Calle siguió esa filosofía de no tocar lo que funciona. Repitió en el once titular con los mismos jugadores que obraron el último triunfo por 2-1 ante Osasuna Promesas. Por otro lado, Iñigo Idiakez tampoco realizó ningún tipo de revolución en su primera alineación como entrenador del Real Unión. Únicamente realizó dos modificaciones respecto al último compromiso de los fronterizos, introduciendo a Iñigo Muñoz y Alain Oyarzun por Imanol Baz y Jagoba Beobide. Un plan mucho más ofensivo al que planteó Fran Justo en Zubieta frente a la Real Sociedad B.

El comienzo de los verdinegros fue esperanzador. Llevó la batuta en los primeros compases del choque, dominando absolutamente el aspecto de la posesión. Sin embargo, muy pronto todo se fue al traste. A los diez minutos de juego, Mario Camero cometió un penalti por mano que transformó Quique Rivero con mucha frialdad y engañando a Sergi Puig. Ese gol le sirvió para despertar a los irundarras, que a punto estuvieron de establecer el 2-0 en el marcador, de no ser por una parada salvadora abajo del meta de los sestaotarras.

El conjunto de Aitor Calle se cayó por completo, estando realmente espesos. Perdían los balones con facilidad y fueron un desastre sin balón. Una situación que aprovechó el Real Unión para ampliar la ventaja en el minuto 21. Antón Escobar le ganó el duelo aéreo a Camero y remató de cabeza hasta el fondo de las mallas. El partido iba cogiendo cada vez peor pinta y es que solo un minuto después de encajar el segundo, Alain Oyarzun estrelló el esférico contra el larguero después de una pérdida de Sergi Puig. No obstante, pese a esa mala tesitura, el Sestao River logró recortar distancias en un buen centro de Aranzabe que remató de cabeza Ibai Sanz muy cerca del palo izquierdo de la portería de Txusta.

Entonces empezó a estar más cómodo el cuadro visitante y apretó mucho a su rival en busca de igualar de nuevo el encuentro. Jon Cabo pudo hacerlo con un disparo muy escorado que casi sorprende a Txusta, quién despejó a córner, aunque el colegiado pitó saque de puerta. Justo cuando mejor estaban los verdinegros, un nuevo error les volvió a condenar. Armando Corbalán perdió el balón siendo el último hombre y Solís no lo desaprovechó para hacer el 3-1. El partido estaba loco, con ambos conjuntos demostrando mucha pegada. Solo un minuto tardó en recuperarse el Sestao River del mazazo. Jon Cabo dio un magnífico pase a Aranzabe y éste no falló con un brillante golpeo ajustado al palo para superar a Txusta.

Espectacular momento el que vive el extremo guipuzcoano, que suma cuatro goles esta temporada que le convierten en el máximo artillero del equipo. Justo al iniciarse la segunda mitad, Jon Cabo estuvo a punto de firmar el empate con un disparo que se le marchó desviado. Desde luego, las instrucciones de los entrenadores parecieron surtir efecto en un segundo tiempo con mucho más control por parte de ambas escuadras y, por lo tanto, con muchas menos oportunidades de mover el marcador. Las aguas se calmaron.

Eso sí, era el Sestao River quién tenía el mando de manera apabullante, mientras el Real Unión se limitaba a defender su propia área y perder tiempo en busca de conservar su renta. A los irundarras les funcionaba el plan. Los sestaotarras les sometían, pero no eran capaces de provocar peligro. El área era poco menos que un fortín inexpugnable. Ya volcados en ataque, los fronterizos se lo hicieron pagar con el 4-2 definitivo, obra de Asier Córdoba, quién empujó el balón a la red tras un buen pase de Peru Ruiz.