Jon Tena | Portero del Barakaldo CF

Primera Federación

«Es duro no jugar, pero el club está donde está porque todos vamos a una»

Junto a Iker Pedernales, Bittor Isuskiza y Urki Txoperena, Jon Tena es uno de los cuatro jugadores que permanece en el Barakaldo desde antes de la conversión del club en sociedad anónima deportiva y la llegada del grupo de inversores vizcaínos. El guardameta irundarra, uno de los capitanes del equipo a sus 31 años, ha protagonizado grandes alegrías para los gualdinegros.

Paradas suyas quedarán en la retina de muchos aficionados, como aquella ante el Anaitasuna en Azkoitia para sentenciar al ascenso a Segunda Federación, en una temporada en la que se erigió como el portero menos goleado de las cinco principales categorías del fútbol nacional -6 tantos encajados en 24 partidos-. El curso pasado, también salvaguardó a buen recaudo la portería de Lasesarre para volver a ascender.

No obstante, en la presente campaña, ha perdido protagonismo respecto a Unai Pérez. Antes de regresar a Urritxe -militó dos temporadas en el Amorebieta-, relata a EL CORREO cómo afronta esta situación y resalta los aspectos importantes a los que deben prestar atención los fabriles para imponerse en el derbi vizcaíno de este sábado a las 20:30 horas.

-Cuatro temporadas en el Barakaldo, 75 partidos y dos ascensos consecutivos. ¿Qué ha supuesto para usted su paso por este club?

-Llegó después de romperme el Aquiles. Me surge la oportunidad de firmar por el Barakaldo en Tercera y no lo dudo. No sabía cómo iba a responder por la lesión, me pareció una buena prueba, pero fue llegar aquí y todo salió de cara.

-Si echa la vista atrás, ¿hubiera imaginado llegar hasta este punto el día que debutó contra el Aurrera Ondarroa?

-No. Te diría que aquel día nadie pensaba llegar hasta este punto tan rápido. Ahora se ve todo muy fácil y muy rodado, pero lo hemos ido sacando todo poco a poco, gracias al trabajo diario y de mucha gente. Lo suyo nos ha costado.

-¿Cuál es la clave del éxito de este Barakaldo?

-Esa filosofía y lema que implantó Imanol -De la Sota- de ir siempre a fuego. Los entrenamientos son muy intensos y exigentes. Por eso cada fin de semana salimos al campo como salimos. Ese compromiso es innegociable. Otra ha sido mantener una base de la plantilla para enseñar los valores que traemos desde abajo. También, aunque pueda parecer un tópico, tiene mucha importancia la afición porque ibas a jugar a Ondarroa y te sentías en un club grande porque hubiera allí cincuenta o cien personas.

-En las anteriores tres campañas, se podía decir que era titular indiscutible y ahora le toca jugar menos. ¿Cómo lo lleva?

-Como para todo el que no juega, pues es jodido. Pero no es lo mismo cómo lo afrontaba cuando era un chaval que ahora cuando tengo 31 años. Cuando eres más joven te cabreas y ahora lo tomo con más normalidad. Sigo trabajando día a día para intentar entrar y, si no es así, pues para estar lo mejor posible cuando me toque. Eso es lo que puedo hacer yo y lo que está en mi mano.

-¿Es muy duro ser portero suplente?

-Sí. Todo el mundo entrena para jugar y es duro no participar cuando llega el fin de semana. Como capitán, intento ayudar al equipo desde fuera y soy uno más.

-¿Qué explicación le da a ese cambio de roles entre Unai Pérez y usted?

-Habría que preguntárselo al entrenador porque es decisión suya y hay que respetarla. Es algo externo a mí. Yo entreno lo mejor posible, me voy a casa contento, hago mi trabajo y cuando tenga que jugar, estaré preparado.

-¿Cómo es su relación con Unai Pérez?

-Muy buena. Mi relación con Unai no ha cambiado. Ahora es él el que juega, pero nos seguimos dando consejos y ayudándonos. El club está dónde está porque todos vamos a una. El que piense sólo en sí mismo, mal va. Se trata de llevar al club al mejor sitio posible y el equipo está por delante de todo.

-Ahora regresa a Urritxe cinco años después de haber estado allí. ¿Qué recuerdos tiene de aquella etapa?

-Llegue allí después de estar en el Real Unión y estuve dos temporadas bonitas. Los dos años empezamos muy mal y luego conseguimos darle la vuelta con grandes números. Le guardo cariño al Amorebieta.

-Urritxe tiene mucha influencia.

-Urritxe es un campo especial porque, cuando juegas de local, te defiendes muy bien, pero, cuando vas de visitante, sufres. Nos pasaba mucho cuando íbamos allí con la Real Sociedad B y el Real Unión, que jugábamos mucho. Aunque ahora con el Barakaldo cambia. Será un partido parecido al de Las Llanas. Debemos tener las cosas claras, que el equipo las tiene, y pelear como cada fin de semana. Tenemos la suerte de tener una plantilla amplia, con distintos perfiles y nos amoldamos enseguida a cualquier campo. La categoría es nueva, pero parece que llevamos aquí varios años.

-¿A qué deben prestar especial atención allí?

-Es un campo en el que puedes tener una ocasión de gol a raíz de un despeje. Será un partido marcada por los detalles y las áreas. Hay que estar atento en todo momento. Hasta que el balón sale, no te puedes despistar. Exige mucha concentración porque hay mucho centro, golpeo, segundas jugadas en el área...Habrá que intentar jugar en campo contrario lo máximo posible. No hay otro secreto.

-Ya le tocó jugar en un campo especial para usted como es el Stadium Gal. ¿Espera que ocurra lo mismo este sábado?

-Bueno, ojalá. Lo dicho, yo entreno todos los días para estar preparado para jugar todos los fines de semana. Eso es lo que quiere todo jugador. Este año, además, vamos más de veinte a cada partido y se quedan sin jugar unos cuantos. Unos días les toca a unos y otros, a otros. Ojalá me den la oportunidad de jugar y ganemos el partido.

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