El Bilbao Athletic toma aire a costa del Amorebieta

El duelo arrancó con cierto dominio del Amorebieta, necesitado de reimpulsarse tras el varapalo sufrido la jornada anterior en Zamora. Los de Julen Guerrero -objeto de muchas miradas en este encuentro- buscaron mandar desde la posesión, pero acabó siendo estéril ante el buen posicionamiento de los de Jokin Aranbarri. El Bilbao Athletic, algo contemplativo en el inicio, fue creciendo en el partido con el paso de los minutos. De hecho, los rojiblancos fueron los únicos que buscaron la portería contraria en la primera mitad.

El primer intento corrió a cargo de Rego, con un disparo desde fuera del área que se le fue alto. Arriba también se fue la volea de Azkune solo unos minutos después. Más certero fue el lanzamiento de Gerenabarrena, desviado providencialmente por Amelibia a córner. Los cachorros no dominaban, pero sí que inquietaban cada vez que se acercaban a zonas de peligro. Así, apenas superada la media hora de juego, cobraron ventaja en el marcador. Buján disparó ajustado abajo y Gaizka palmeó lo justo para desviar a la madera. El más rápido en llegar al rechace fue Azkune, que remachó al fondo de las mallas en segundo palo.

No fue el único lanzamiento del Bilbao Athletic que acabó impactando en la madera, ni tampoco con los mismos protagonistas. Un muy incisivo Buján se desmarcó al espacio, pisó área y armó rápido el disparo cruzado. Esta vez, el leve toque del meta Campos sí fue suficiente para evitar el tanto rojiblanco.

El Amorebieta era todo un ejercicio de impotencia, incapaz ya no sólo de disparar a la meta de un muy tranquilo Mikel Santos, sino de apenas aproximarse a tres cuartos de campo con alguna intención ofensiva. Un panorama que despertó murmullos en repetidas ocasiones en las gradas de Urritxe. Más aún cuando Varela acarició el segundo para los de Lezama en los últimos compases del primer periodo.

Tras el paso por vestuarios, el mando fue claro de un Bilbao Athletic que buscó gestionar su mínima ventaja ante un Amorebieta que seguía sin comparecer en la parcela ofensiva. Lo hizo tímidamente en el 58' en una acción en la que reclamaron penalti por posibles manos. Viendo que su equipo no terminaba de carburar, Guerrero metió un triple cambio. Piernas frescas para, al menos, darle un plus de energía y empuje a un equipo muy plano.

Un cambio de plan que, dicho sea de paso, no le funcionó del todo bien al técnico portugalujo. Justo lo contrario que a Jokin Aranbarri, que retocó su ataque dando entra da Ibai Sanz por un tocado Varela y éste apenas tardó tres minutos en ver portería. Recibió en el pico del área, recortó para dentro aprovechando el inoportuno resbalón de Carbonell y batió a Campos de duro disparo a la cepa del primer palo.

En los casi veinte minutos que quedaban por delante, apenas sucedió nada reseñable. Principalmente, porque el Bilbao Athletic supo dormir el partido y llevarlo a su terreno para que así fuera.