El Bilbao Athletic gana en inferioridad y condena al Amorebieta

Como se podía esperar, el Bilbao Athletic entró mejor al derbi de Lezama. Los cachorros buscaron la posesión mientras que el Amorebieta se sostenía en defensa, tratando de no pasar apuros y sorprender en alguna transición. Fue un primer cuarto de hora de claro dominio rojiblanco, con ocasiones claras para haber abierto la lata ya desde el inicio. A los dos minutos, Rego lo intentó con un disparo desde la corona del área que obligó a estirarse a Unai Marino para salvar a los suyos. Minutos después. Irurita se revolvió en el área para armar un lanzamiento cruzado que se fue muy cerca de la base del poste.

A pesar de la tarde de intensa lluvia, el encuentro fue ganando el ritmo e intensidad a medida que avanzaba el crono. Los de Lezama seguían mandando con el balón y los de Urritxe amenazaban tímidamente. Pero, una vez más, el balón parado fue una condena para los de Natxo González. En el ecuador del primer periodo, tras un saque de esquina, Lete remachó al fondo de la portería un balón cabeceado con facilidad por Duñabeitia.

El mazazo no desestabilizó a los zornotzarras, que mantuvieron su idea. Cargaron el juego por bandas para hacer daño, sobre todo por la izquierda, con un Eric Pérez que asistió a Iñigo Muñoz en área pequeña para que el menudo delantero bilbaíno pusiera las tablas en el marcador solo siete minutos después, aprovechando también el desajuste defensivo de los cachorros.

Pero todavía quedaban por pasar muchas cosas en este primer acto del derbi de Lezama. En el 39', el colegiado decretó penalti por mano clara de Yuste en el área. Una pena máxima que Olabarrieta se encargó de transformar, pese a que Unai Marino le adivinó el lado. El encuentro parecía ponerse muy de cara para el Bilbao Athletic, pero no fue así. Casi a renglón seguido, Asier Hierro se fue antes de tiempo a la caseta tras ver dos amarillas en nueve minutos. Con uno más en el verde, el Amorebieta se creció y buscó la igualada antes del descanso con centros laterales y mucho empuje, pero le faltó acierto en los metros finales.

Ambos técnicos movieron ficha en el descanso. Aranbarri para recomponer filas, González para intentar meter pólvora con la que aprovechar la superioridad numérica de los suyos. Y lo cierto es que le fue mejor al rojiblanco. El Amorebieta dominó, tuvo el balón y merodeó una y otra vez el área local. Lo intentaron de todas las maneras posibles los de Urritxe, pero fue más un ejercicio continuado de impotencia que otra cosa. A su falta de pericia ofensiva hubo que sumar el acierto que mostró una jornada más Mikel Santos, protagonista de varias intervenciones de mucho mérito.

El joven meta bilbaíno hizo gala de sus buenos reflejos en un potente zapatazo de Iñigo Muñoz al filo de la hora de juego. También para atrapar un balón suelto a disparo de Vicandi que apuntaba a ser gol. Entre medias, un potente disparo de Yuste desde larga distancia que se fue cerca de la escuadra. Los minutos finales fueron directamente un asedio azul, pero el Bilbao Athletic mantuvo la calma y demostró una enorme madurez para salvar su victoria.