Un batallador Amorebieta rescata un punto en el descuento

Acuciado por la necesidad de romper la dinámica de las últimas jornadas, Julen Guerrero apostó por una pequeña gran revolución en su once, metiendo un ramillete de novedades. Fuera se quedaron varios habituales como Nakai, Julen Jon o Marín. El de Portugalete mantuvo el esquema de tres centrales y dos carriles largos, con dos puntas referencia claros como fueron Kaxe y Selma. Para la salida de balón, colocó a Ben Hamed, con Hervías y un recuperado para la causa Coulibaly por delante. También rotó de nuevo bajo palos, dando entrada a Gaizka Campos.

Sin embargo, el valiente planteamiento de los azules se topó de buenas a primeras con un contratiempo en forma de gol. Apenas se habían cumplido los dos minutos de partido cuando, en un balón largo sin aparente peligro, Gaizka salió de su área para tocar de cabeza. El blando césped de Urritxe le jugó una mala fortuna y se resbaló, cediendo el balón de cara a Pau Martínez, que marcó a placer.

El gol silenció por unos instantes a la afición de Urritxe. También el equipo tuvo unos momentos de duda, acusando el golpe. Pero esta vez sí, supo rehacerse y dar un paso adelante. Los zornotzarras metieron una marcha más al partido y le dieron mucho ritmo a un fútbol algo más alejado del juego de toque y posesión de jornadas precedentes. Fue así como fueron metiendo a Unionistas sobre su área. Con centros laterales y mucho ímpetu, los azules comenzaron a encadenar llegadas que fueron animando a la parroquia local. Hervías buscó sorprender con un disparo lejano que se fue ligeramente alto, al igual que Carbonell, que amagó el servicio desde la derecha para tratar de cazar al meta visitante, pero el balón se le marchó al lateral de la red.

El balón sobrevoló una y otra vez el área de Unionistas, que capeó el temporal como pudo. También supo llevar el partido a su terreno ralentizando el juego todo lo que pudo a la mínima oportunidad. Algunas de ellas de forma descarada ante la pasividad del colegiado. La combatividad y pelea del Amorebieta, sin embargo, no encontró premio.

El Amorebieta buscó mantener la dinámica tras el paso por vestuarios, pero los salmantinos ajustaron mejor sus líneas y a los de Guerrero les costó generar bastante más. Realmente, toda la enjundia del partido quedó para los últimos veinte minutos de juego. Con el Amorebieta volcado en busca del empate, Unionistas anotó el que parecía definitivo 0-2 en una contra bien finiquitada por Álvaro Gómez. Nada más lejos de la realidad.

Apenas cuatro minutos después, Iñigo Muñoz sacó provecho de un barullo dentro del área para mandar el balón al fondo de las mallas y, de paso, insuflar aires renovados a su equipo y a Urritxe, que se vino arriba para alentar a los suyos. Más aún cuando a diez para el final Carbonell, de potentísimo disparo lejano, ponía las tablas en el marcador.

La alegría iba por barrios en la locura final que fue el encuentro. Apenas habían terminado de festejar su tanto los azules cuando Unionistas, en un nuevo golpe de mala fortuna para los vizcaínos, ponía de nuevo en ventaja a los de Dani Llácer. Jonny Arribas remató a bocajarro pero Gaizka respondió con un paradón. Sin embargo, el balón rebotó de nuevo en el cuerpo del ariete visitante para acabar dentro del marco zornotzarra.

Con el colegiado sacando de quicio a propios y extraños, incluido a un Julen Guerrero que acabó expulsado, el Amorebieta tocó a rebato para evitar una inmerecida derrota. Lo acabó logrando a balón parado, cuatro minutos por encima del añadido y con Kortazar convirtiéndose en improvisado héroe para rescatar un punto de moral para los azules.