El Barakaldo pone su ambición a prueba en Primera Federación

No obstante, tras aprobarsepor los socios en asamblea la conversión del club a sociedad anónima deportiva, con anterioridad a este affaire, la llegada de un grupo de inversores vizcaínos para hacerse con el mando terminó por ser la salvación a este embrollo. Además del comienzo de una nueva era en el cuadro fabril, que funcionaría a partir de entonces de manera distinta. La parcela deportiva recayó en manos de Joseba Núñez. Éste miró a su pasado en Lezama y decidió nombrar de entrenador a Imanol de la Sota. Desde ese momento, todo ha salido a pedir de boca para los gualdinegros.

El técnico santurtziarra ha inculcado una identidad muy clara al equipo, que desprende valentía, ambición y coraje. Unas señas que en el terreno de juego se traducen en un alto ritmo de juego, una presión asfixiante y siempre ir al ataque, sea cuál sea el rival y la situación del partido. De hecho, De la Sota también ha instaurado un lema que define con presición esta forma de actuar y que la masa social, totalmente identificada con su idea, ha hecho suyo: «Baraka a fuego». Desde que éste se hizo con las riendas del equipo hace dos años, el bagaje de la escuadra baracaldesa es difícilmente mejorable.

En su primera temporada en el banquillo de Lasesarre, el Barakaldo ascendió como campeón de Tercera Federación, logrando el hito de ser el único conjunto vasco en hacerlo como invicto en esta categoría. No perdieron ninguno de los treinta encuentros de liga. Incluso después extendieron dicha racha hasta lograr un récord de imbatibilidad nacional de 48 partidos consecutivos sin conocer la derrota.

Su verdugo fue el Bilbao Athletic, 601 días después de la última vez que perdieron. Con el filial rojiblanco mantuvieron una dura pugna el curso pasado por hacerse con el liderato de su grupo en Segunda Federación. Finalmente, se imupusieron los cachorros por los duelos directos, ya que les aventajaron en seis puntos tras ganar los dos enfrentamientos. Por lo tanto, el Barakaldo tuvo que buscar el ascenso por la vía larga: el play-off. En esa fase de promoción se impusieron al Atlético Paso y al Orihuela a ida y vuelta, con dos entradas históricas en Lasesarre de por medio, para alcanzar esta Primera Federación.

El conjunto fabril regresa a la categoría de bronce tras sólo conceder tres derrotas en los 69 partidos que ha disputado en total durante las dos últimas temporadas. En el vestuario se ha instaurado una mentalidad ganadora que quieren mantener a toda costa. Por lo tanto, la dirección deportiva ha llevado a cabo una continuidad masiva de la columna vertebral del equipo. Trece futbolistas de la temporada pasada seguirán vistiendo la zamarra gualdinegra. Una cifra impropia en estas categorías, más tratándose de un recién ascendido a una liga que supone un gran salto de competitividad.

Siguen los porteros Jon Tena y Unai Pérez, los laterales derechos Iker Pedernales y Beñat de Jesús, los laterales izquierdos Imanol Torre y Oier López, los defensas centrales Borja García y Markel Artetxe, los centrocampistas Ekaitz Molina y Julen Huidobro, el mediapunta Bittor Isuskiza y los extremos Urki Txoperena y Pablo Santiago. Por el contrario, solo ha habido ocho salidas: Aimar Sagastibeltza, Jon Gaztañaga, Kako Sanz, Ander Laka, Endika Buján, Ander Pacheco, Iñigo Orozko y Xabi Cortezón.

Esas bajas se han paliado con los fichajes de Aymane Jelbat, que regresa al Barakaldo tras un año en el Bilbao Athletic, Aritz Muguruza cedido por el Eibar, Unai Naveira desde el San Fernando, Jesús Martínez cedido por el Valladolid, Kepa Uriarte desde el Sestao River, Aimar Vicandi cedido por el Athletic, Unai Buján desde Osasuna Promesas, Adrián Revilla desde el Orihuela y Maroan Sannadi cedido por el Deportivo Alavés. Además, la plantilla se ha completado con dos cesiones de jugadores mexicanos provenientes desde el Club América, tales como el guardameta Reily Arroyo y el centrocampista Iñigo Ariztia.

De este modo, el cuadro fabril ha conformado una plantilla muy joven, de solo 24,1 años de media, que pueda ajustarse a la alta intensidad que requiere el juego de Imanol de la Sota. En ello confían en base a realizar otra campaña para el recuerdo, sin ponerse techo. Aunque son conscientes de la complicación de lograr un nuevo ascenso, el club y su afición siguen añorando ver de nuevo al Barakaldo en Segunda.