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Fernando Romero
Amorebieta
Miércoles, 26 de octubre 2022, 14:25
Tras el descenso del curso pasado, el Amorebieta ha encontrado acomodo este curso en Primera Federación, una categoría cargada de buenas intenciones y planes que vive una dualidad poco práctica entre el profesionalismo al que ambiciona y los modos de hacer amateur de muchos de ... sus contendientes. Asier Goiria, director deportivo de los de Urritxe, conversa con este periódico y desvela algunas de las claves de la temporada.
- El pasado mercado de fichajes veraniego ha sido uno de los más intensos que ha vivido…
- Sí, no te voy a engañar, ha sido de los más duros. Después de todo lo que pasamos el año pasado, se juntó que había unas elecciones, que empezamos a hacer el equipo tarde… Fueron un cúmulo de circunstancias que afectan al rendimiento del equipo. Al ser un ciclo nuevo, si le sumas que han llegado bastante tarde muchos jugadores… Aunque no es excusa, debemos trabajar sabiendo lo que queremos y con las ideas claras.
- ¿Se ha encontrado un mercado inflado a nivel económico?
- Evidentemente. Nadie esconde que ha sido una locura el mercado, que se ha inflado muchísimo por parte de ciertos equipos que ya sabemos todos cuáles son. Ese suflé ha ido bajando y hemos podido ir poco a poco confeccionando la plantilla sabiendo también que económicamente no somos un club muy poderoso, pero tenemos argumentos deportivos suficientes para hacer frente a ese hándicap.
- ¿Estorban clubes como el Amorebieta en esta categoría?
- Es una buena pregunta. En el plano deportivo el Amorebieta no sobra. La gente tiene que ver que hay equipos que por méritos deportivos pueden estar donde les corresponde. Pero hay que ser consciente de que desde la Federación está siendo todo un poco desastroso. Esta categoría es tremendamente deficitaria para todos los clubes.
- Habla de desastre federativo. ¿A qué se refiere?
- Las obligaciones que tiene un club son extremadamente altas para los derechos que adquiere. Si tú tienes tantas obligaciones pero no te llega ninguna inyección por ningún lado porque la Federación no es capaz de conseguir dinero o ingresos más altos para que esto sea mucho más atractivo, pues apaga y vámonos.
- En la categoría hay clubes con músculo financiero y otros que no cuentan con tantos recursos.
- Tiene que haber mucho más control económico en ese sentido, pero que que lo haya tiene que mojarse todo el mundo y todos los clubes deben ir en la misma dirección. Y por su parte la Federación también tiene que hacer un esfuerzo mucho mayor y un trabajo más serio y riguroso. Está todo muy inflado y es así como se soluciona. O se ponen medidas más rigurosas o esto está abocado al fracaso total de una categoría que deportivamente es espectacular y habría que cuidarla. Según está, no hay quien lo sostenga.
- Su diagnóstico no es precisamente halagüeño
- Son ya dos años de competición. El año pasado cayó el Extremadura, este año ha caído el Dux sin arrancar... y nos consta que hay clubes que están pasando muchísimos apuros económicos. Por una parte son lógicos, porque la categoría es deficitaria. Pero, por otro, hay que jugar con lo que hay, no puedes jugar con lo que no tienes. Ahora, sabiendo que la organización y todo lo referente a la Primera Federación es un desastre.
- Volviendo a Amorebieta, este año la plantilla es totalmente nueva. ¿Por qué?
- Creo que el club, la plantilla… necesitaba oxigernarse un poco. Siendo honestos, al haber jugado en Segunda los jugadores también tienen otro punto de vista sobre el fútbol y sobre su futuro. Sí que es verdad que había algunos que podían haber continuado con nosotros, pero ellos también eligen. Para mí lo importante era oxigenar el vestuario. Todos los proyectos, más en el fútbol, tienen sus ciclos, y creo que ese estaba acabado.
- Pero hay jugadores que se han ido a rivales directos e incluso de categorías inferiores.
- La vida y el fútbol son elecciones. Y elige uno mismo. Hay que respetar esas decisiones, luego el tiempo dirá si son acertadas o no. Es cierto que teníamos claras cuatro o cinco continuidades que queríamos, y dos están con nosotros. Sí que estoy muy contento con la gente que ha venido y cómo se ha adaptado.
- ¿Por qué se eligió a Haritz Mujika para afrontar ese nuevo ciclo deportivo?
- Dentro de la organización del club hemos sido tremendamente continuístas con varios aspectos, y uno de ellos es el cuerpo técnico. Teníamos claro que queríamos que siguiese Haritz porque era un entrenador que nos encajaba para este nuevo ciclo y porque nos podía dar herramientas para poder ir avanzando. Conoce el club y puede aportar los valores que hay en el club a los jugadores. En ese sentido no hubo ninguna duda ni hay ninguna duda.
- Viendo la experiencia del curso pasado, si los resultados no acompañan, ¿le temblaría la mano si hay que tomar decisiones?
- No tengo ninguna duda de que no va a pasar nada de eso. Aunque esto es fútbol y ahora no se puede decir nada de lo que puede pasar. El año pasado no cabe duda de que a todos nos quedó la sensación de que se reaccionó un poco tarde, que se podía haber hecho antes. Son decisiones muy difíciles. Era también mi primera destitución. Y nos unía una mistad y también un buen trabajo que nos había llevado al mayor éxito del club. Es normal que tardásemos un poco.
- Este año la plantilla no está formada por solo jugadores euskaldunes.
- Ese era un tema que en cierta época nos dio resultado ya que nos dio una identidad y una manera de trabajar que nos fue bien. Pero el año pasado ya se vio que esa política no nos fue tan bien ya que perdimos fuerza en muchas cosas que teníamos fuerza. En lo deportivo tampoco tuvimos gran ayuda de equipos que se podían haber beneficiado de que nosotros estábamos en Segunda para que jugadores suyos pudieran ir creciendo. Era un 'win-win' que no se dio así. Y cuando te ves así de solo, por decirlo de alguna manera, hay que cambiar cosas.
- ¿Se sintió el Amorebieta dejado por parte del Athletic?
- Esa no sería la palabra correcta, ya que es vox populi que institucionalmente nos ayudaron mucho y el club está encantado. Ahora, en lo deportivo no cabe duda que queríamos más. Egoístamente, pero también sabiendo que somos un club convenido y que podíamos haber ayudado en cierta manera al crecimiento de bastantes jugadores. Ellos no lo entendieron así y no se dio.
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