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Fernando Romero
Lunes, 18 de noviembre 2024, 17:08
Querer es poder, y eso es lo que demostró el Amorebieta este domingo en Urritxe, donde, a pesar del mazazo encajado en los últimos compases del encuentro, mantuvo la confianza en sí mismo para obrar una remontada espectacular en menos de un minuto. Aún había mucha gente festejando el tanto del empate logrado por Berto en el primer balón que tocaba nada más salir al verde, cuando Coulibaly mandaba al fondo de las mallas el balón para voltear el marcador. Cuarenta y cinco segundos de locura que dieron paso a una alegría desatada tras el pitido final.
«Así sí» o «qué subidón» eran algunas de las frases que más se oían en la grada entre abrazos y festejos. Jugadores y afición festejaron al unísono el triunfo, con gritos que no solo eran de alegría. También liberadores. El Amorebieta necesitaba ya ganar, reencontrarse con la victoria para encontrar alivio a su situación. Y lo hicieron casi dos meses después de la mejor de las formas. Lo que parecía otro final cruel para los azules se tornó en euforia.
«Es el mejor guion para cuando estás en una situación así. Que te metan y que luego seas capaz de remontar en los últimos minutos», destacaba al término del encuentro Natxo González esbozando una sonrisa delatora. «Estos chicos se merecían una alegría así, y qué mejor manera que remontando un partido en los últimos minutos. Se lo merecen», reseñaba el técnico vitoriano.
El triunfo, pero sobre todo el juego desplegado ante un filial tan capacitado como el Barcelona Atlétic, confirma la notable mejoría que viene mostrando el Amorebieta en las últimas semanas. Primero con Gorka Moreno y ahora con Natxo González, los de Urritxe han recuperado sensaciones y, especialmente, confianza. El trabajo desempeñado empieza a dar frutos.
Tres jornadas consecutivas sumando, con cinco puntos sobre nueve posibles añadidos a su casillero, que son un refuerzo en todos los sentidos. El dato es tremendamente revelador, porque en únicamente tres jornadas los azules han sido capaces de casi igualar los puntos logrados en las diez fechas precedentes (6p, aunque fueron acreedores a mayor rédito) bajo el mando de Julen Guerrero.
Esa mejora ha venido obviamente por la mejora de los números defensivos de un Amorebieta que ya no es el equipo más goleado del grupo (le supera el Real Unión) ni tampoco el menos anotador (Ourense y Lugo han marcado dos goles menos). Facetas ambas en las que era obligado dar un salto adelante y en las que se está afanando Natxo González.
«Defensivamente, creo que hemos hecho un buen trabajo, que es el objetivo principal por el que venimos trabajando estas semanas y que son los cimientos para lo siguiente. Ha sido una pena encajar, habría sido perfecto si nos hubiéramos ido con la portería a cero», comentaba el titular del banquillo de Urritxe con sensación agridulce.
Lo que no dejó escapar Natxo González es la oportunidad para lanzar mensajes positivos y de optimismo hacia sus jugadores. «Es un equipo con una gran actitud y con un gran corazón. Eso muchas veces te da puntos. Y ahora hay que añadir corazón y cabeza. Se estaba haciendo un gran trabajo en el día a día y había que consolidarlo con resultados», comentaba al respecto.
También quiso sumar para la causa a la afición zornotzarra y su entrega en el tramo final del encuentro: «Me ha recordado a cuando venía de visitante, que Urritxe era una caldera. Por tanto, felicitar a la gente de Amorebieta. Ellos saben que juntos somos más fuertes». «Esta es nuestra casa y aquí no puede entrar nadie a quitarnos lo que nos pertenece. Hay que morir como locales sabiendo que detrás tenemos a gente que nos va a ayudar», arengaba.
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