

Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Fernando Romero
Lunes, 14 de abril 2025, 15:12
Dice el refrán que el hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra. Algo que en el caso del Amorebieta ... se queda claramente corto. Los azules han tropezado una y otra vez, de forma tan reincidente como preocupante, con la misma piedra a lo largo de toda esta temporada. Un lastre con nombre propio y totalmente identificado: el balón parado. Las dichosas acciones de estrategia que, sin necesidad precisamente de ser jugadas preparadas en la pizarra, han ido condenando jornada tras jornada a los zornotzarras hasta el punto de dejarles pendientes de un hilo, en una lastimosa cuenta atrás hasta consumar lo que parece ya simple cuestión de tiempo: el descenso a Segunda Federación.
Porque con tan solo seis jornadas ya por disputarse, o lo que es lo mismo, dieciocho puntos en juego, el Amorebieta se ha descolgado del todo y se queda a once unidades de una salvación quimérica. Las matemáticas aún les asisten, pero tan solo un milagro podría evitar lo inevitable.
De nada han servido las conjuras, los mensajes de ánimo, ni siquiera la mejoría en el juego mostrada por los de Natxo González en muchos encuentros y que les hizo acreedores a mayores premios. Su condena, entre otras muchas cosas que ya habrá tiempo de analizar, ha sido el balón parado. Acciones en las que los de Urritxe han mostrado una endeblez notable en el verde. Y no precisamente por la falta de trabajo semanal para tratar de corregir y pulir errores, ya que buena parte de las sesiones preparatorias se dedicaban en exclusiva a este apartado.
Pero casi en cada partido, y con especial incidencia en estas últimas semanas, recaían una y otra vez. Un saque de banda potente, un córner, una falta botada desde cualquier parte del rectángulo de juego… en todas ellas parecían temblarles las rodillas a los azules, sabedores del historial que acumulan. Una debilidad que los rivales también han sabido buscar y explotar a su favor. Un gol, como mínimo, iban a anotar de estrategia.
El último ejemplo se pudo vivir este sábado en Lezama. El Bilbao Athletic logró adelantarse en el derbi con un saque de esquina que Duñabeitia cabeceó con una facilidad pasmosa y que Lete remachó en área pequeña. En las palabras del propio Natxo González se podía denotar la resignación ante la situación de su equipo. «Somos frágiles, muy frágiles. Una vez más, no estamos aprendiendo de los errores que estamos cometiendo», lanzaba crítico. «Y al igual que en los últimos cinco partidos, otra acción a balón parado acaba por decantar el partido. Eso es duro de asimilar», reconocía.
El técnico vitoriano era, en sí mismo, las dos caras de la misma moneda. De un lado, aseguraba estar «muy contento con el juego, creo que en ningún momento hemos sido inferiores, incluso hemos sido superiores en muchos momentos». Sin embargo, también estaba «muy enfadado porque la única manera que han tenido de hacernos goles es a balón parado». «Eso me duele mucho», incidía.
«Que hagas tan buen trabajo y que en un córner nuevamente vuelvas a encajar. Eso es lo que me duele, porque hemos hecho un buen partido para merecer más. Pero no lo hemos conseguido, una vez más», explicaba. «Tenemos que seguir y hasta donde lleguemos», se resignaba el titular del banquillo de Urritxe.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.