Fernando Romero
Lunes, 30 de septiembre 2024, 18:39
El duelo de este pasado domingo en el estadio Ruta de la Plata no pasará, desde luego, a los anales de la ya casi centenaria historia del Amorebieta. Será un borrón en una página para olvidar, y que si acaso deberá revisitarse simplemente para recordar ... cómo no afrontar un partido, por muchas dificultades aledañas que puedan haber. Un duro tropiezo que debe servir de acicate para que los de Julen Guerrero den un puñetazo sobre la mesa y reaccionen a la mayor brevedad posible. La competición no da tregua y los zornortzarras deben tomar nota buena nota de lo sucedido para tratar que no vuelva a repetirse.
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Más allá de lo abultado del resultado, que pudo serlo incluso más si el Zamora hubiese tenido algo más de tino, el Amorebieta mostró una imagen muy escasa, alejada por completo de las buenas sensaciones que había ofrecido en jornadas anteriores y que hacían vislumbrar un equipo con ideas claras e insuflaba dosis de cierto optimismo de cara al futuro.
Desde el inicio, los azules se vieron sobrepasados por completo por un adversario que puso toda la carne en el asador ante los de Julen Guerrero. Buscaban su primera victoria del curso y lo hicieron con intensidad y empuje. Factores de los que ya advirtió el técnico portugalujo en la previa, visto lo visto sin demasiado éxito. En menos de un cuarto de hora, el partido estaba más que encarrilado para el cuadro de Juan Sabas.
El primer gol llegó muy pronto. A los siete minutos y con el Amorebieta en inferioridad numérica, ya que Camacho estaba siendo atendido en la banda tras un tremendo golpe con un rival que le acabó dejando fuera del partido, obligando a realizar la primera permuta y modificar el ya de por sí renovado dibujo táctico con el que compareció el Amorebieta en el verde.
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Apenas seis minutos después, en el 13', el Zamora sacó provecho del desorden de los vizcaínos para aumentar la brecha y dejar el partido visto para sentencia. Un tanto que bien pudieron haber anotado con incluso mayor prontitud. Fueron dos tempraneros mazazos de los que el Amorebieta ni pudo ni supo reponerse ya en todo el partido, que acabó como acabó y pudo ser aún peor.
Cierto es también que el Amorebieta llegaba en cierto modo condicionado por las distintas dolencias que están lastrando a algunos de sus jugadores en este inicio de temporada. El último de ellos, Pablo Hervías, quien en el entrenamiento del sábado sufrió unas molestias que le dejaron fuera de combate, aunque estuviera ocupando plaza en el banquillo de suplentes. El que no viajó finalmente a Zamora fue Berto, con problemas en uno de sus pies, pese a que el asturiano había tratado de forzar para llegar.
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De una lesión similar está ya recuperado Kaxe, pero Guerrero está siendo cauto con el delantero para evitar una posible recaída. Y habrá que ver la factura que pasa este duelo del Ruta de la plata, ya que además de Camacho también Julen Jon dio el susto en los minutos finales, aunque acabaría regresando al verde.
«Hemos tenido que ir corrigiendo sobre la marcha. Hervías en el último entrenamiento se nos cayó, se nos ha caído Camacho cuando el partido acababa de empezar… es una posición en la que tampoco tenemos un recambio natural… tenemos los recursos que tenemos», trataba de justificar un cariacontecido Julen Guerrero tras la severa derrota encajada. «Ellos han aprovechado esos momentos para acabar con el partido y luego ya era complicado. Hemos tenido esos diez o quince minutos con esos imprevistos, de intentar corregir un poco el equipo… Ellos han andado vivos y nosotros no. Ahí se ha acabado», sentenciaba el de Portugalete.
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«El Zamora había hecho buenos partidos, ya lo comenté durante la semana. A nosotros nos ha pasado también, que hemos tenido partidos que hemos jugado muy bien y se nos han escapado. Muchas veces la tabla no refleja las realidades», trataba de analizar el míster de los zornotzarras. «Es un equipo que tiene buenos jugadores y al que en cualquier momento le podían salir las cosas». Y fueron a salirle ante el Amorebieta que dio demasiadas facilidades. El viernes, en Urritxe, los azules están obligados a ganar en el derbi ante el Bilbao Athletic, que llega en una situación incluso más delicada que la suya, para buscar un punto de inflexión que sea definitivo.
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