Pouso: «Estoy responsabilizado, vengo a ayudar, no a molestar»

El Recreativo de Huelva y Carlos Pouso alcanzaban este martes un acuerdo para que el entrenador portugalujo supliese a Antonio Calle. El equipo andaluz ocupa ahora mismo el octavo puesto del Subgrupo A del Grupo 4 de Segunda B, con 20 puntos, casi condenado a jugar la liguilla de salvación de la categoría, a tres puntos con Las Palmas Atlético con ventaja de uno, a falta de dos jornadas para concluir esta primera fase. Pouso se estrena ante el Yeclano para abrir boca en su nueva andadura. «El equipo tiene que tener equilibrio, una orquesta debe tener violinistas, trompetistas... y un primer espada. Lo importante es que deben interpretar bien lo que hay que hacer», señala Pouso.

En su primera sesión causó sensación su pizarra electrónica, algo inhabitual: «En la pizarra ganamos a todo el mundo, busco equilibro, que no nos hagan goles», relata, con Raúl García, su persona de confianza de segundo. «Para mí fue una sorpresa que me llamara el Recre», comenta y explica que estos meses de inactividad de ha nutrido de fútbol por la pequeña pantalla en su casa de Sopela: «En Euskadi llevo sin ver un partido in situ desde marzo, no he visto ni al Urduliz de Tercera División, que lo tengo al lado de casa, ni al Sestao, que soy socio. No podíamos salir ni del domicilio, sí por etb, la televisión gallega o la andaluza», desliza.

Ahora, Pouso pisa terreno el Nuevo Colombino, sumergido en un reto apasionante: «Correcciones, trabajo, si son errores individuales, con los jugadores, si son de línea, con cada línea. Dejadme aterrizar, cualquiera de vosotros ha visto más al Rece que yo. Soy el médico que acaba de llegar y no puede decir si tiene catarro», aclara a los medios locales y comenta que quizás, este bache por el que transita el Recre, obedezca a «errores conceptuales, entonces sacaré a Pepe en vez de a Juan, partimos de cero, ellos y yo», resume. El panorama no deja mucho margen de maniobra: «Tenemos que jugar finales, ya pienso en el Yeclano. Sentar unas bases y a partir de ahí, una idea y un estilo, pero respetando al rival, no es lo mismo el Yeclano que el Lorca», reitera.

Pouso tiene una cláusula en su contrato que se renovaría automáticamente por objetivos: «Ojalá esté mucho tiempo, si hay descenso, el primero que se va a marchar soy yo. Si no cumples los objetivos me doy un paso al costado», subraya, y sostiene que «ojalá me lo gane, sería bueno, yo ahora mucho soy mucho más enfermizo y me afecta mucho más el partido que antes, cuando era más joven. Soy arisco, soy más responsable», desvela de su función en el banquillo. Un Pouso a tumba abierta, como siempre, dejando su impronta: «Me dicen que reconozco la palabra fracaso con mucha facilidad, hay que hablar para que te entienda todo el mundo», zanja.

Pouso cuenta con un extenso currículum como entrenador, con sonados ascensos como los de Sestao River y con el Mirandés a Segunda, con el que alcanzó además las semifinales de la Copa del Rey superando a varios Primeras y cayendo finalmente ante el Athletic. En su hoja de ruta quedan atrás sus pasos por Sestao, Eibar, Guijuelo, Mirandés, CD Logroñés, donde fue además director deportivo, Racing de Santander y Pontevedra, su última escala en los banquillos. Huelva es su nueva escala.