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Iñigo Agiriano
Viernes, 9 de junio 2023, 16:25
Ange Postecoglou es australiano, pero no nació en el país oceánico. Su apellido le delata, Ange es originario de Grecia, pero en 1970, cuando apenas contaba con cinco años, tuvo que abandonar el país, cuando su padre perdió el negocio familiar debido al golpe militar ... que instauró la dictadura en el país heleno. Un barco lo llevó desde Atenas a Melbourne, un viaje de más de ocho mil millas náuticas, para empezar una nueva vida. Desde niño a Postecoglou le gustó el fútbol; ingresó en las categorías inferiores del South Melbourne con nueve años y no dejó de progresar. Llegó a formar parte del primer equipo, donde participó en dos títulos de liga. En el último, logrado en 1991, su entrenador era nada más y nada menos que Ferenc Puskás, jugador legendario del que su padre siempre le había hablado. Fue a las órdenes del húngaro cuando Ange comenzó a interesarse por ser entrenador y en entrevistas posteriores siempre lo ha reconocido como una inspiración. Esta conversión se aceleró por la desgracia; Postecoglou sufrió una grave lesión en su rodilla que le obligó a retirarse prematuramente.
A message from our new Head Coach 🗣 pic.twitter.com/JjG4pdCEPk
— Tottenham Hotspur (@SpursOfficial) June 9, 2023
En 1996, tras unos años como asistente del entrenador en el South Melbourne, Postecoglou asumió las riendas del equipo. Durante cinco temporadas gloriosas, llevó al club de su vida a las cotas más altas, ganó dos ligas consecutivas, además del Campeonato de Clubes de Oceanía, que le clasificó para la Copa Mundial de Clubes en el año 2000. Tras sus éxitos, Postecoglou fue nombrado entrenador de las categorías inferiores de la selección de su país, donde jugó un rol fundamental en el desarrollo de jovenes talentos y del fútbol australiano en general. Nueve años después, en 2009, regresó al fútbol de clubes, concretamente al Brisbane Roar, donde tardó apenas un año en que su equipo jugara como los ángeles. El encuentro ante el Adelaide United, en el que venció por 4-0, es recordado en el país como el mejor fútbol visto en Australia y a aquel equipo se le dio el sobrenombre de Roarcelona, en unos años en los que Pep Guardiola asombraba al fútbol europeo. Estuvo invicto durante 36 partidos, récord del fútbol australiano, y ganó dos ligas consecutivas. Tras abandonar el Brisbane, dirigió brevemente otro equipo de su ciudad, el Melbourne Victory, donde alcanzó la final por el título de liga, aunque esta vez cayó derrotado.
Después llegó su pasó por la selección australiana, a la que dirigió durante más de un lustro. Logró clasificar para el Mundial de 2014, pero cayó en la primera ronda junto a España, tras haber quedado encajada en un grupo durísimo con Chile y Países Bajos. Su retorno a un club se dio en otra liga menor, la japonesa, porque a pesar de sus méritos Postecoglou seguía sin tener el reconocimiento adecuado en la élite del fútbol mundial. En Yokohama Marinos sumó un nuevo título de liga a su palmarés, que el club llevaba 15 años sin conseguir. Por fin, en 2021, llegó la primera aventura de Postecoglou en Europa. Su trabajo había sido observado atentamente por los directivos del Celtic de Glasgow, que acababan de perder su primer título de liga en 10 años ante el Rangers y decidieron contratarle.
Paradójicamente, a pesar de que el fútbol escocés es caracterizado como rudimentario y poco atractivo para el espectador, fue en Escocia donde se comenzó a practicar el passing game a finales del siglo XIX, un estilo de juego totalmente novedoso en aquel tiempo, porque los jugadores, acostumbrado a lanzar el balón en largo hacia la portería rival, comenzaron a atacar mediante pases y combinaciones en corto. Más de 150 años después Postecoglou volvió a implantar con éxito un estilo similar, y el Celtic, con grandes elogios hacia su juego, ganó la liga y la Copa de la liga. Esta temporada ha ido a más y ha revalidado ambos títulos además de hacerse con la Copa de Escocia, firmando el octavo triplete de la historia del club católico de Glasgow.
Su papel no ha pasado desapercibido para los grandes conjuntos europeos. Finalmente, Postecoglou se ha comprometido con el Tottenham, con un contrato de larga duración, que muestra la confianza de Levy en el técnico australiano y en su posible impacto a medio-largo plazo. En el norte de Londres, Ange se encontrará con un auténtico reto, el equipo del big six que más tiempo lleva sin levantar un título, una losa que ha pesado en demasía a muchos entrenadores que han pasado por el banquillo spur. Aunque no logró tocar metal, Mauricio Pochettino ha sido el entrenador más exitoso de los últimos años del club londinense, llevando al Tottenham a alcanzar cotas históricas, como la final de Champions, en sus seis años en el cargo. Cuando llegó, el argentino tampoco había dirigido en un club de élite, y quizás esto tenga que ver con los motivos que han llevado a Levy a confiar en Postecoglou, a pesar de su falta de experiencia en ese aspecto. Tras casi 30 años en los banquillos, en ligas de menos glamour, llega la gran oportunidad de Ange Postecoglou, que la próxima temporada se codeará con los mejores.
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