Laporte en un partido con 'La Roja'. Europa Press

Los petrodólares no lo compran todo

Tras la avalancha de grandes fichajes del pasado verano, las declaraciones de Laporte, la salida de Henderson y la polémica con Benzema plantean serios interrogantes sobre la liga saudí

Iñigo Agiriano

Sábado, 27 de enero 2024, 22:48

Seis meses después del gran desembarco de futbolistas de primera fila en Arabia Saudí, en lo que pareció una peregrinación feliz a las fuentes del oro, la situación ha cambiado. Ya no es todo tan brillante. Son varios los jugadores que están teniendo problemas para ... adaptarse a la vida en el país y se empieza a dudar sobre el futuro del proyecto saudí. El pasado 20 de enero, Aymeric Laporte reveló en una entrevista el descontento de muchos jugadores. Aseguró, entre otras cosas, que en Europa cuidan bastante más al futbolista, y se quejó del poco respeto por los contratos y del estilo de vida de Riad, que le obligaba a pasar mucho tiempo en el coche para realizar cualquier actividad.

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Las declaraciones de Laporte montaron un gran revuelo porque llegaron en un momento en el que otros dos de los grandes fichajes de la liga saudí estaban acaparando portadas. El caso más notorio era el de Benzema, que vive envuelto en la polémica desde su fichaje por el Al-Ittihad. El último episodio de la historia entre el club y el delantero francés amenaza con ser definitivo. El futbolista se incorporó tarde a la concentración y su técnico, el Muñeco Gallardo, decidió apartarlo del grupo. Aunque desde el club han intentado reconducir la situación, el argentino parece firme en su idea, y las últimas informaciones apuntan a que Benzema busca una salida lo antes posible.

El otro caso fue el de Jordan Henderson, que firmó este verano un contrato con el Al-Ettifaq por unos 35 millones de euros anuales. Su fichaje despertó mucha polémica en Inglaterra, dado que el jugador era un firme defensor de los derechos del colectivo LGTBI y la decisión de jugar en un país donde la homosexualidad es un crimen penado con la muerte no parecía nada consecuente. Seis meses después de su llegada, el que fuera capitán del Liverpool ha abandonado Arabia Saudí incapaz de adaptarse a la vida en Dammam y a la escasa competitividad de la liga. Se va sin haber cobrado ni un solo euro, porque la maniobra fiscal con la que buscaba pagar sus impuestos en Arabia y no en Inglaterra contemplaba quedarse al menos dos años en el país asiático.

La marcha de ciertos jugadores no preocupa excesivamente a los saudíes, pero sí la mala publicidad. El gran objetivo del país era albergar el Mundial de 2034, después de la humillación que sufrieron cuando su minúsculo vecino, Catar, lo logró antes que ellos. «Una vez conseguido el Mundial no aspiran a competir de tú a tú con las ligas europeas. De hecho, ya están implantando nuevas limitaciones al número de futbolistas foráneos. La idea es que cada club cuente con cinco o seis extranjeros que aporten nivel y experiencia a la competición, pero que permita al mismo tiempo el desarrollo del jugador local. No debemos esperar cada verano una situación similar a la de este último, con casi treinta futbolistas de primer nivel aterrizando en Arabia, aunque, por supuesto, sus dirigentes quieren que el país siga siendo atractivo para los grandes cracks», explica un buen conocedor del fútbol árabe.

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Desengaño

Detrás del descontento de Benzema, Henderson, Laporte y otros futbolistas que no han salido a la palestra hay también una cierta sorpresa. Un desengaño. Todos eran conscientes de que fichaban porque había recibido ofertas económicas imbatibles y también de que el nivel de competitividad de la Liga estaba muy lejos de cualquiera de las mejores de Europa, pero lo cierto es que esperaban otras cosas que no se han encontrado. «La cultura y el modelo de gestión deportiva es muy diferente al europeo, mucho menos serio. El caso del Al-Nassr, que ha suspendido los dos partidos que tenía previstos en su gira por China debido a la lesión de Cristiano, es un ejemplo de un tipo de gestión muy difícil de aceptar para un futbolista europeo de primer nivel·, afirma este experto.

Sin embargo, no todo están siendo críticas. También han aparecido firmes defensores del proyecto saudí. Firmes y muy famosos. El pasado 19 de enero, en la gala de los Globe Soccer Awards, Cristiano Ronaldo llegó a afirmar que está jugando en una liga con mayor nivel que la liga francesa y, días después, su compañero de equipo Sadio Mané se pronunció en la misma línea. También Gabri Veiga, el canterano del Celta, afirmó a principios de año sentirse «muy feliz» en su nuevo club. Sea como fuere, hay muchos interrogantes abiertos y cada vez parece más claro que Arabia Saudí no va a ser El Dorado que algunos vaticinaban. Los petrodólares no lo compran todo. Solo casi todo. Su liga va a tener que rebajar sus ambiciones y, al menos a corto plazo, no será una competencia feroz para las grandes ligas europeas.

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