Un muerto y ocho heridos en una pelea entre ultras griegos y croatas en Atenas

La temporada de fútbol en Europa comienza de la peor forma posible. Según desvela la televisión local, ERT, un aficionado griego de 22 años ha muerto esta madrugada en Atenas como consecuencia de una pelea entre ultras del equipo local, el AEK, y el Dinamo de Zagreb (Croacia). El fallecido es un simpatizante del equipo griego, que ha recibido «múltiples heridas» de un arma blanca, mientras que los heridos son cuatro griegos y cuatro croatas, entre los que hay un menor de edad que sufrió un golpe en la cabeza con una piedra. El balance de detenidos asciende a primera hora de este martes a 91 personas aunque continúa la búsqueda del autor de la muerte del joven hincha local.

Ambos equipos se enfrentan esta tarde en la ronda previa clasificatoria de la Champions League, en un partido que fue declarado de «alto riesgo» por parte de la UEFA. El organismo que rige el fútbol europeo prohibió especificamente el desplazamiento de aficionados croatas a Atenas, con el fin de evitar incidentes.

Los ultras croatas estaban en el punto de mira de la Policía griega. Según desvela la prensa local, las autoridades siguieron el desplazamiento de los radicales bajo una vigilancia discreta pero perdieron su rastro. Cuando volvieron a encontrarles, los croatas ya estaban en Atenas y les acompañaban otro grupo de ultras simpatizantes del Panathinakos griego, equipo rival del AEK. Llegaron entre 100 y 200 croatas, tal y como asegura la prensa griega, y se dirigieron al estadio del AEK en coches y trenes.

Según los informes policiales, pasadas las once de la noche se produjo la pelea. Los ultras croatas atacaron a hinchas locales que estaban en los bares cercanos al estadio, y según la televisión griega, los radicales prendieron fuego a cubos y ramas secas que hallaron en el parking del estadio. Luego, también se dedicaron a destrozar los parabrisas de varios coches. Portaban bates y objetos de armas. Iniciaron la pelea lanzando cócteles Molotov contra los ultras griegos que habían acudido al estadio para alentar a su equipo durante el último entrenamiento antes del partido de esta tarde. La Policía intervino y sofocó la pelea utilizando medios químicos, según la prensa local.

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