Nuevo capítulo en la crisis del Lyon: Grosso, despedido

La etapa de Grosso en Lyon ha sido cuanto menos accidentada. Llegó a mediados de septiembre para sustituir a Laurent Blanc, que había sumado un punto en los primeros cuatro partidos. El fichaje sorprendió en Francia; es cierto que se trataba de un exjugador del club, pero sus experiencias en otros equipos habían dejado que desear. La excepción era su última aventura, en el Frosinone, donde logró el ascenso a Serie A, a pesar de lo cual no renovó su contrato a final de temporada.

Lo cierto es que Grosso no ha logrado encontrar soluciones en ningún momento. En su defensa se puede decir que la plantilla del Lyon es muy pobre. Sorprende que, tras las ventas realizadas en verano, los dirigentes del club pudieran creer que estaba bien preparada para competir en Ligue 1. Grosso ha intentado repartir las titularidades, en un esfuerzo por tener a todos enchufados, pero el equipo ha revelado sus carencias. La única victoria fue ante el Rennes, en un partido en el que jugaron con un futbolista más desde el minuto cinco y a pesar de ello solo ganaron por 1-0. La falta de gol es uno de los grandes déficits del equipo, con nueve tantos anotados, es, junto al Clermont, el menos goleador de la competición. Por esa razón ha sorprendido la decisión de Grosso respecto a Alexandre Lacazette, suplente ante el Rennes y sustituido al descanso en el último encuentro, en el que cayeron por 0-2 frente al Lille, la gota que colmó el vaso para los dirigentes del Lyon.

En este tiempo Grosso tuvo que sufrir la salvaje agresión de los hinchas del Marsella, que dejaron unas terribles imágenes en la previa del duelo entre ambos equipos. Un partido que todavía está por jugarse, pero en el que ya no estará, ironías de la vida, Fabio Grosso. Pierre Sage, jefe de la cantera del club, será el nuevo entrenador de forma interina, hasta que se encuentre a un sustituto adecuado. En cualquier caso, la única esperanza del Lyon pasa por reforzarse en el mercado invernal. Está por ver si el americano John Textor, dueño del club, está dispuesto a arriesgar la permanencia o si decide invertir en enero para reforzar la plantilla y tratar de asegurar, al menos, la salvación.