Nueve detenidos tras el ataque al autobús del Lyon

Hasta el momento nueve personas han sido arrestadas, pero la investigación sigue abierta, ya que el número de responsables es mayor. La policía confía en que las imágenes de las cámaras de seguridad ayuden a revelar la identidad del resto de personas implicadas y proceder a su detención. El ministro de Interior francés, Gérald Darmanin, se ha defendido este lunes de las críticas a su gestión y aseguró que el dispositivo policial, de más de 500 agentes, era suficiente. Algunos de ellos también fueron heridos en la pelea que se produjo contra los radicales del Marsella. Darmanin ha elogiado la labor de los agentes y ha afirmado que la responsabilidad también es de los clubes y aficionados.

En un sentido similar se ha pronunciado la ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castera, que ha apoyado firmemente la decisión de la federación de suspender el encuentro. Además, se expresó con dureza contra los culpables y aseguró que tomará medidas severas. «Prohibiciones de acceso a los estadios para estos imbéciles que aguan la fiesta a 70.000 personas. Igual que para esos saludos nazis, esos cánticos homófobos que vomitan odio, esos gritos de mono. ¡Fuera! No pertenecéis a nuestros estadios«, pidió la ministra. Amélie se refiere a unos hechos revelados por L'Équipo en la noche del ayer sobre los seguidores del Lyon que en el parking de visitantes del Vélodrome hicieron saludos nazis y gestos racistas a los aficionados del Marsella. En un comunicado esta mañana el Lyon ha condenado los actos y ha pedido las grabaciones se seguridad para identificar a dichos seguidores y tomar medidas contra ellos.

Otras voces del fútbol francés como Dejan Lovren, jugador del Lyon, y Pablo Longoria, presidente del Marsella, han mostrado su repulsa hacia lo sucedido. Precisamente el español ya tiene experiencia en la forma de actuar de los radicales de su club, que hace escasas semanas le amenazaron de muerte y provocaron la dimisión de Marcelino, que se declaró incapaz de trabajar en un club en el que los ultras gozan de tal nivel de impunidad. El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, también ha condenado los actos y ha mandado un mensaje de apoyo Grosso.

Lo sucedido deja, una vez más, la imagen del fútbol francés por los suelos. El diario 'L'Équipe' apunta que en un momento en el que la federación francesa intenta obtener una buena cantidad por los derechos televisivos de su liga, este tipo de actos afectan a esas negociaciones y alejan a posibles inversores. Actualmente la federación percibe 82 millones por esos derechos y su objetivo era llegar a los 200 para el período 2024-2029, una cantidad que debe ayudar al crecimiento de la liga y acercarla a las mejores de Europa. El periódico francés también apunta que la posible sanción al Marsella no será en ningún caso deportiva, sino económica, en vista de los precedentes, que son, por desgracia, numerosos en el país galo.