juanma mallo
Lunes, 2 de julio 2018, 00:44
Se cumplían ayer seis años de aquella imagen en la que Iker Casillas alzaba al cielo de Kiev la Eurocopa de Polonia y Ucrania. Desde aquella noche de inmensa felicidad, que cerraba un círculo triunfal de tres títulos (dos europeos y otro planetario), España ... solo ha acumulado tristeza en los grandes torneos. Fracasos y bochornos. Lágrimas. Primero en Brasil, sin pasar la frase de grupos, con un equipo en el que había jugadores que habían agotado su tiempo, pero Vicente del Bosque les citó por los servicios prestados en el pasado. Luego, en Francia, en una situación bastante similar, aunque con algunos retoques como la titularidad de David de Gea. Ayer, en Rusia, se cerró otra etapa. Es la hora de la regeneración. Y la búsqueda de un nuevo seleccionador aparece en el encabezamiento de la lista de tareas, un técnico que sustituya a un Fernando Hierro que no quiso decir de manera abierta cuál era su decisión de futuro, pero lo dejó entrever. «Es y ha sido un placer entrenar a la selección». Tampoco Luis Rubiales, el hombre encargado de esa reconstrucción, el que no dudó en destituir a Lopetegui, levantó las cartas. «Se comunicará en su momento».
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Cuando se produjo el cese del técnico del Madrid, salieron un puñado de nombres para hacerse cargo de La Roja: Luis Enrique, Quique Sánchez Flores, Míchel, Quique Setién, que se descarta por su compromiso con el Betis, e incluso Albert Celades, técnico de la Sub'21 y perfecto conocedor de los hombres que tienen que protagonizar de este grupo desgastado por el tiempo y por el alto número de partidos que acumulan en sus piernas. Ellos aparecían como candidatos y, en las próximas semanas, se desvelará su identidad, ya que en algo más de dos meses, el 8 de septiembre, La Roja tiene una cita con Inglaterra en la nueva Liga de Naciones de la UEFA.
Ese preparador tendrá la misión de refrescar a un equipo que en Rusia ha contado con siete futbolistas de 30 años o más; la mayoría, en principio, no seguirán. Reina, con 35, parece que ha cumplido con creces. Iniesta confirmó ayer que lo deja, una decisión lógica tras abandonar el Barcelona y enrolarse en el Vissel Kobe nipón. Con 31, Piqué ya anunció hace casi dos años que este sería su último gran torneo con España. Y lo ha reiterado cada vez que se le volvía a poner sobre la mesa la cuestión, la última después del estreno de España en este Mundial fallido. Silva, con 32, ha firmado un Mundial horroroso, producto de una estado de forma deficiente por los continuos viajes a Canarias desde Manchester por el delicado estado de salud de su hijo. Monreal tiene 32 y ni ha pisado el césped en este campeonato. Y Aspas, al que tanto le ha costado llegar, dependerá de la temporada que haga en el Celta. Quizá el único que continúe, aunque no llegará a Catar (tendría 36), será Sergio Ramos, el capitán, que ayer negó un fin de ciclo. «Hay equipo para seguir soñando -afirmó un tanto ajeno a la patética realidad mostrada sobre el campo-. Ojalá que podamos volver a disputar grandes campeonatos, Eurocopas y Mundiales, y que esta generación, a pesar de que hay jugadores que vuelven y otros que se van, siempre lo hagan con este orgullo de representar este escudo», señaló.
Existen otros futbolistas que quizá hayan pisado el Mundial por última vez en su carrera, hombres como Alba, Costa y Busquets, con 29 años y un montón de temporadas en sus botas, sobre todo el medio culé. Aunque alcanzarían todavía para plantarse -si es que España se clasifica- en la Eurocopa de 2020 que tendrá a Bilbao como una de sus sedes. ¿Y el relevo? Pues varios estaban ahí, en Rusia: Asensio, Kepa, Saúl, Odriozola, Carvajal, Koke, De Gea... En sus pies, y también en sus manos en el caso de los porteros, está el porvenir de esta selección que acusa el desgaste, que murió de éxito después de su segunda Eurocopa consecutiva y todavía no ha resucitado.
El futuro de España lo tienen que escribir todavía algunos de los futbolistas que han vivido el Mundial, el rotundo fracaso de una Roja que nació herida en este torneo. Marco Asensio (21 años), Kepa Arrizabalaga (23 años), Álvaro Odriozola (22 años), Saúl Ñíguez (23 años) son los cuatro futbolistas más jóvenes que hoy regresan de Rusia, y compartirán vestuario con Carvajal, Koke, Isco (los tres con 26), y De Gea y Lucas, entre otros (con 27). Y en otro peldaño surgen esos futbolistas que estuvieron en los primeros entrenamientos de España en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas e incluso pisaron Krasnodar por si había algún contratiempo físico de última hora. Dos vivieron la concentración: Vallejo (central del Madrid) y Rodri (centrocampista del Atlético, fichado desde el Villareal). Y en los días previos, ocuparon un sitio Iñaki Williams (atacante), Unai Núñez y Yeray Álvarez (centrales), los tres del Athletic, Soler (centrocampista ofensivo del Valencia), y Oyarzabal (extremo zurdo de la Real Sociedad). También rondan otros futbolistas, como Bellerín (lateral del Arsenal), Meré (central del Colonia), Jonny (lateral del Celta)... Y gente como Marcos Llorente, Dani Ceballos y Denis Suárez, sin oportunidades en el Madrid y el Barça.
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