a.g.
San Petersburgo
Martes, 26 de junio 2018
Diego Maradona vivió, y sufrió, a su manera el triunfo de Argentina ante Nigeria. Alternó baile con una seguidora rival, celebración eufórica, lánguida siesta y gesto obsceno con ambos dedos índices dirigidos a las cámaras de televisión para festejar el tanto victorioso de Rojo a ... tres minutos del final.
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El gol de Messi precipitó la euforia de la leyenda argentina, de 57 años, que de repente salió de una profunda siesta. Con los brazos cruzados sobre el pecho, de pie en su asiento, sus guardaespaldas tuvieron que contenerle para evitar que cayera por encima de la barandilla de cristal.
Las cámaras también retrataron su consternación, manos sobre el rostro, en el empate nigeriano. Su particular éxtasis llegó en su celebración del gol de Rojo, con los dos dedos corazón ostensiblemente exhibidos frente a las cámaras, acompañados de un feo insulto, fácilmente descifrable en sus labios («Putos»). Queda por saber los destinatarios de su «celebración y por ver si este obsceno gesto deja la misma huella en la historia que su famosa 'mano de Dios' en 1986. De momento, llenó la redes sociales, donde propició todo tipo de comentarios.
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