Brasil, en busca de la sexta estrella

Las cuatro últimas experiencias de Brasil en los Mundiales, de hecho, no han podido ser más decepcionantes. En tres de ellas, Alemania 2006, Sudáfrica 2010 y Rusia 2018, cayó en los cuartos de final, ese escalón que tantas veces fue el último al que pudo llegar la selección española. Y en la otra, la Brasil 2014, llegó a la semifinal, sí, pero para recibir en ella la mayor humillación de su historia, el 1-7 ante Alemania que dejó a todo el país en estado de shock. Estos golpes han rebajado mucho los aires de superioridad con que los brasileños viajaron a los Mundiales durante la segunda mitad del siglo XX. Es probable que en su fuero interno se sientan los mejores y son, desde luego, la selección que más aficionados y periodistas arrastra a las grandes citas mundialistas. Pero ahora viajan con más prudencia en el equipaje.

La ilusión, eso sí, sigue siendo la de siempre. Ahora bien, está por ver cómo puede influir en el ambiente de la selección, en su unidad en la búsqueda de un gran objetivo, la enorme división política que existe en el país. La realidad es que entre los internacionales convocados por Tite son mayoritarios los partidarios de Bolsonaro, como ocurre con la inmensa mayoría de los millonarios brasileños. Neymar se ha destacado en ese apoyo. Los bolsonaristas, de hecho, se han apropiado de los colores de la 'verde amarelha', los han hecho suyos, y eso ha generado un punto de cierta desafección desconocido hacia esta selección -hacia sus componentes- entre millones de brasileños partidarios de Lula.

Lo curioso es que Bolsonaro no ha tenido nunca la simpatía de Tite, que ya ha anunciado que no le visitará en el palacio presidencial si gana el Mundial y lleva años sufriendo las críticas de los partidarios del político ultraderechista. La situación, evidentemente, no es la mejor, pero quizá esta inestabilidad no sea algo tan grave y al final se imponga la ambición de un grupo que lleva tres años siendo implacable, con la única excepción de la dolorosa derrota en Maracaná el año pasado en la final de la Copa ante Argentina; un accidente. Grave, pero accidente.

Y es que si algo ha demostrado la canarihna desde su victoria en la Copa América de 2019 es una extraordinaria solidez. El dato es demoledor: en los 17 partidos que disputó en las eliminatorias sudamericanas de clasificación para el Mundial de Qatar sólo encajó 5 goles. Y marcó 40, liderando la tabla con 6 puntos de diferencia sobre Argentina. El secreto está en un 'corpus' defensivo de máximas garantías a partir de una retaguardia de cuatro -Thiago Silva y Marquinhos por el centro y Danilo y Alex Sandro en las bandas- y dos centrocampistas de hierro como Casemiro y Fred.

En la zona ofensiva, Tité tiene mucho donde elegir, hasta el punto de que viaja con nueve delanteros. Paqueta es fijo, como lo es Neymar. También Vinicius Junior y Richarlison son habituales, aunque Raphinha y Rodrigo también cuentan. Encuadrado en el grupo G, junto a Serbia, Suiza y Camerún, nadie discute que Brasil dispone de argumentos como para ganar su sexta estrella.