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El barrio de San Francisco, en pleno corazón de Bilbao, explotó este sábado con la clasificación de Marruecos. No es para menos. La selección magrebí hizo historia al convertirse en el primer país africano en alcanzar las semifinales de un mundial. Como ocurrió hace unos ... días en el partido con España, cientos de seguidores volvieron a salir a las calles de la capital vizcaína a celebrar el triunfo de su selección. Al cierre de esta edición no se habían producido incidentes. De hecho, lo que predominó entre los aficionados marroquíes fue las ganas de celebrar, en medio de un ambiente festivo, una victoria histórica. «Estamos muy lejos de nuestro país. Quizá por eso vivimos los partidos con más sentimiento», explica Edris.
Los bares y restaurantes de la zona de San Francisco volvieron a convertirse este sábado en el punto d encuentro de la comunidad marroquí de Bilbao. Apenas había espacio en el interior de los locales y los aficionados más jóvenes se situaban en las aceras para buscar los mejores ángulos para poder seguir el partido por televisión. Edris tiene ya 36 años, dos hijos pequeños y apenas lleva 5 años viviendo en Bilbao con su familia. Vino aquí siguiendo los pasos de su hermano mayor y empezó a trabajar en un restaurante familiar. Está contento, pero sigue teniendo mucha nostalgia de su país.
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Edris llevaba días con la idea de asegurarse un buen sitio para seguir el partido. Su primera opción fueron algunos de los restaurantes que se ubican en la calle Dos de Mayo, pero este sábado era casi imposible conseguir un sitio en el que «no te molestasen». Al final acabó siguiendo la segunda parte del encuentro de pie en un pequeño bar de San Francisco con su hermano y varios amigos. Edris y su familia vieron el partido con una gran bandera de Marruecos colocada a su lado.
Cuando acabó el partido llegó la explosión. Cientos de aficionados empezaron a bajar por la calle San Francisco con bengalas y petardos. No paraban de cantar. En medio de la calle se encontraron con una grúa municipal colocada allí para unas obras. Algunos se subieron a ella. Desplegaron banderas y lanzaron bengalas. Reían y bailaban. Sin incidentes.
La celebración se produjo bajo un despliegue policial bastante inferior al que se organizó con motivo del España-Marruecos. Los agentes observaron a los hinchas desplazarse por San Francisco hasta la plaza Corazón de María, donde siguieron con la fiesta, y empezaron a salir decenas de coches de aficionados celebrando el triunfo a golpe de claxon.
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