Secciones
Servicios
Destacamos
Edición
Iñigo Agiriano
Lunes, 27 de marzo 2023, 19:42
A comienzos de siglo, el gerente del club de béisbol Oakland Athletics, Billy Beane, cansado de ver perder a su equipo en las series finales, decidió renovar por completo la política de captación del club. Con la ayuda de un joven economista llamado Peter Bran, ... Beane revolucionó el béisbol y consiguió ganar veinte partidos consecutivos, récord por aquel entonces en la liga americana. Su modelo fue imitado por otros clubes en los siguientes años y se podría afirmar que hay un antes y un después en el béisbol marcado por la figura de Billy Beane. Esta historia, que fue inmortalizada en la película 'Moneyball', tiene su particular reflejo en el fútbol en el Brentford, un pequeño club de Londres cuyos directivos optaron por seguir un camino similar al del Oakland Athletics, y que, de la misma forma, les ha servido para alcanzar el éxito deportivo.
El Brentford es el club del barrio al que debe su nombre, situado en el oeste de Londres. Llegó a jugar en primera división antes de la II Guerra Mundial, pero en las décadas posteriores deambuló entre la tercera y la cuarta categoría. Todo cambió en el año 2007. En aquel momento, el Brentford era el único club londinense propiedad de sus socios. Sin embargo, acuciados por las deudas, aceptaron recibir un préstamo de 700.000 libras de Matthew Benham, un aficionado de los bees (las abejas, el apodo del club) que se había hecho millonario con una empresa dedicada a la investigación de análisis estadísticos en el mundo de las apuestas deportivas. El dinero de Benham sirvió para salvar al club y dos años después logró el ascenso a tercera. En 2012, los socios, incapaces de devolver el dinero recibido, decidieron vender el club a Benham, que pudo poner en práctica las ideas que llevaba tiempo gestando.
Revolución particular
Su revolución particular afectó a todos los estamentos del Brenford. La base del proyecto consistía en aplicar técnicas de análisis de datos para la captación de jugadores. También cerró la cantera del club, cansado de que los grandes equipos se llevasen a los talentos que ellos habían formado, y creó un equipo B en el que garantizaba a los jóvenes jugadores al menos 35 partidos amistosos durante dos temporadas para mostrar su valía. El magnate inglés compró en 2014 el Midtjylland danés como banco de pruebas y ya ha ganado tres veces la liga de Dinamarca, un país con el que el Brentford tiene una conexión especial. De hecho, el danés Rasmus Ankersen es socio de Benham en el proyecto y ejerce como director de fútbol en el equipo inglés, así como de presidente en el Midtjylland.
Para Benham y su equipo de trabajo el análisis estadístico de los indicadores claves de rendimiento es la única forma adecuada de medir el desarrollo tanto de los jugadores como de los entrenadores. A Mark Warburton, el hombre que en el 2014 ascendió al equipo a la Championship, lo despidió por su reticencia a adaptarse a dicho modelo. Desde entonces, ha prescindido de la tradicional figura del manager inglés, encargado tanto de ejercer de entrenador como de la captación de jugadores, para dividir el cargo en dos figuras, un director de fútbol y un entrenador, con sus tareas y responsabilidades bien delimitadas.
En materia de fichajes, la revolución de Benham ha sido un éxito rotundo. Neal Maupay fue fichado por 1,5 millones y, tras dos temporadas magníficas en segunda, fue traspasado al Brighton por una cifra cercana a los 20 millones. Los bees ni siquiera tuvieron que acudir al mercado para sustituir al delantero francés; dos años antes habían firmado a un joven inglés llamado Ollie Watkins, que brillaba en la cuarta división. Tras la salida de Maupay, Watkins dio un paso al frente y anotó 26 goles. Aquella temporada, el Brentford rozó el ascenso (perdió la final del play-off ante el Fulham) gracias a su fenomenal trío de atacantes. A Watkins, que tras aquella temporada fue traspasado al Aston Villa por 34 millones, le acompañaban Bryan Mbeumo y Saïd Benrahma, dos extremos fichados a bajo coste de la segunda división francesa y que también firmaron una gran temporada. Benrahma aterrizó en el West Ham por 27,5 millones de euros al año siguiente, mientras que Mbeumo se quedó en el club y logro el ansiado ascenso. Su gran socio en aquella temporada 20-21 fue Ivan Toney, otro negocio redondo de Benham, que lo compró por 5 millones del Peterborough, y anotó 32 goles en el año del ascenso.
Thomas Frank, entrenador
En la Premier, el Brentford ha seguido creciendo a las órdenes del danés Thomas Frank, un entrenador muy del gusto de Benham. Su trabajo ha sido impecable. La pasada campaña, el equipo mantuvo la categoría sin excesivos apuros y en esta ha dado un paso adelante. Con 38 puntos, los bees están en novena posición, peleando por entrar en Europa, merced a una espectacular racha de doce partidos sin conocer la derrota que acumularon entre octubre y marzo, y que se vio interrumpida el último fin de semana ante el Everton. Esta temporada han conseguido ganar nada menos que al United (4-0), al Liverpool (3-1) y al City (1-2) además de conseguir empates ante Chelsea, Tottenham y Arsenal. Ivan Toney ha mantenido el nivel que mostró en la Championship y, tras marcar doce goles la pasada campaña, ya lleva quince tantos en esta. Al igual que sucedió con Billy Beane, el modelo del Brentford funciona y los equipos de alrededor miran con envidia a este pequeño club de barrio, cuya apuesta por un modelo innovador ha dado sus frutos y ya se codea por primera vez en su historia con los grandes equipos de la Premier League.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
La víctima del crimen de Viana recibió una veintena de puñaladas
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Noticias recomendadas
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.