Los ultras del Marsella dejan a Marcelino en la cuerda floja

El empate a cero ante el Tolouse en la última jornada de la Ligue 1 fue el detonante que los ultras del club esperaban para pedir la marcha de Marcelino. Solicitaron una reunión con la directiva, que se celebró este lunes, y en la que ni el entrenador ni los miembros de su staff estuvieron presentes. En ella, los ultras se quejaron del mal rendimiento del equipo, acusando directamente al asturiano, y protestaron contra la pérdida de identidad del club, que ha vendido este verano a Payet y a Guendouzi, dos jugadores, franceses, y muy queridos por la afición. Los ánimos se caldearon y los radicales llegaron a amenazar de muerte al presidente.

Pablo Longoria es el gran valedor de Marcelino, el hombre que más insistió en su contratación y el que ha diseñado la plantilla. La reunión de esta mañana entre el técnico asturiano y sus jugadores tuvo como objetivo comunicar a los futbolistas las amenazas recibidas por el máximo dirigente del club. La sensación es que, si Longoria termina marchándose, Marcelino lo hará con él, ya que el asturiano entiende que el proyecto no tiene sentido sin el hombre que lo ha impulsado. Longoria debe hablar ahora con el propietario, el estadounidense Frank McCourt, y posteriormente se celebrará una reunión entre el presidente, el entrenador y los jugadores para decidir el futuro del club.

La andadura de Marcelino en Francia comenzó de forma negativa. El Marsella cayó eliminado en la fase previa de la Champions ante el Panathinaikos, un problema mayúsculo para un club con serias dificultades económicas y que necesitaba de la inyección monetaria de la Champions para que su proyecto fuera viable. Los resultados en Ligue 1 no han sido buenos, pero tampoco son catastróficos. Es cierto que el Marsella ha sumado nueve puntos de quince posibles, pero se encuentra en cuarta posición, por delante del PSG, y no ha perdido un solo partido, un balance que, en cualquier caso, se antoja insuficiente para los aficionados. El juego de Marcelino también ha sido muy criticado, por su excesivo conservadurismo y su inamovible 4-4-2. En los próximos días se tomarán decisiones en firme en un club que vive en un terremoto constante y acumula más de un lustro sin la estabilidad necesaria para lucha por títulos.