«Llevo 25 temporadas y creo que es hora de abrir el camino a otros»

- ¿Qué tal la experiencia mundialista?

- Bien, muy bien. Esta vez íbamos de veteranos y no tan novatos como en Rusia. En Catar ha sido distinto porque apenas nos hemos movido de la ciudad en cuestión. En Rusia te llegaba la citación para un partido y el día anterior ya tenías que coger una combinación de avión de cinco o seis horas para llegar a la ciudad donde te tocaba pitar. Esta vez, todo ha sido en Doha, en el mismo hotel. El viaje más largo nos ha llevado veinticinco minutos en coche. Todo ha sido muy cerca, muy cómodo y eso al final provoca que todo el grupo de árbitros estemos juntos compartiendo entrenamientos y comidas. En Rusia recuerdo que un compañero se marchó del hotel tres días antes de comenzar el Mundial y no regresó porque estaba en un destino tan lejano que estuvo toda la fase de grupos y un partido de octavos sin moverse de esa ciudad. Estuvo solo, sin hacer vida mundialista con el resto de compañeros.

- Entonces habrán analizado entre ustedes la actuación de unos y otros.

- Sí. Los días previos al comienzo del campeonato, todas las mañanas teníamos reuniones de dos horas para analizar los diferentes temas. Una jornada hablamos de las manos, otra de los fueras de juego, de los incidentes en las áreas... Luego comíamos y a la tarde, a entrenar. Y cuando arrancó el torneo analizábamos al día siguiente de cada encuentro lo que se había hecho bien y mal para que el siguiente equipo arbitral supiera los errores que se habían dado y corregirlos. Hablas mucho con la gente porque no tienes la misma manera de ver el fútbol en España que en Uruguay o Australia.

- ¿No pasar de cuartos fue una decepción?

- Para nada, en absoluto. En Rusia nos quedamos en la fase de grupos y esta vez hemos pitado en octavos y cuartos. Si lo miras bien, ha habido cuatro encuentros de cuartos, dos semifinales, la final y la de consolación. De ocho encuentros hemos dirigido uno del mayor evento mundial. Yo estoy encantado. Claro que siempre aspiras a más, pero el equipo arbitral de Brasil se quedó en octavos.

- ¿Tuvo más repercusión de la esperada el encuentro entre Argentina y Países Bajos?

- Sabíamos que era un partido difícil y que Brasil quedara eliminada abría en cierta manera la vía a ambos porque quien ganara se enfrentaba teóricamente a Brasil en las semifinales. Pero al vencer Croacia ambos conjuntos pensaron que era más asequible para los dos superar a Croacia que a Brasil, lo que hizo que se lo tomaran con más fuerza si cabe, como una final. Se vivió de manera intensa.

- Dio la sensación de que los jugadores tampoco ayudaron.

- Es que se dio todo para que pasara eso. El resultado no ayudó a que el desarrollo fuera más cómodo. Al ponerse Argentina con 2-0 a favor provocó que Países Bajos fuera a tumba abierta en busca del empate y en esos trances los estados de ánimo son fundamentales en el fútbol.

- Y encima Messi dice lo que dice tras el duelo. «No se puede poner un árbitro así en esta instancia, para un partido de tanta igualdad, tan importante. No está a la altura», en referencia a Antonio Mateu Lahoz.

- Ya, pero eso es incontrolable. Nuestro trabajo es hacerlo lo mejor posible durante el encuentro. El objetivo que tenemos es prepararnos bien para llegar lo mejor posible a un evento así.

- ¿Tuvieron la sensación de que con sus palabras el argentino se cobraba alguna factura anterior?

- No. Nos conocemos de sobra. Antonio es muy conocido y mediático y para bien y para mal te da cosas. No creo que hubiera nada pendiente del pasado.

- Ha vuelto de Catar y apenas ha descansado.

- Quitando una semana de desconexión, así ha sido. Es básico estar en casa con la familia y aunque sea, sacar al perro y de paso oxigenar la mente. Te ayuda a volver más fuerte.

- Se está hablando de que es el último año de Mateu Lahoz en el arbitraje. ¿Lo cree así?

- En teoría no tenemos límite de edad como tal. Se quitó y suele mirarse que estés a buen nivel y que hayas estado en algun torneo importante. El año que viene hay Eurocopa y podría llegar, pero hasta que no acabe la temporada y la federación nos diga algo no se sabrá nada.

- ¿Y en su caso?

- Antes se acababa el arbitraje asistente a los 45 años, pero al hacer la final de la Champions (la de 2021 entre el City y el Chelsea) a mí me dieron un año más y ahora con el Mundial, otro. Aunque, sí, probablemente éste sea mi último año. He estado en todo lo que uno puede pitar. Llevo 25 temporadas en Primera y creo que es hora de abrir el camino a los dos asistentes de Vitoria que están en Segunda, David (Pérez de Colosia) y Asier (Pérez de Mendiola).

- Y de esos eventos en los que ha estado, ¿con cuál se queda?

- La final de la Champions me hizo mucha ilusión porque estuvo mi familia presente. Es la primera y única vez que han estado viéndome en el campo, y es emocionante. Después de tantos años, es tremendo. Volvíamos de la pandemia y empezaban a dejar a la gente entrar a los campos.

- ¿Ve a David y Asier preparados para dar el salto a Primera?

- Asier quedó primer suplente el año pasado y el anterior, David. Son chavales 'top' y llevan tiempo en la categoría. Les falta la oportunidad y mientras esté yo es difícil que les hagan hueco a ellos.