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Fernando Romero
Lunes, 6 de mayo 2024, 14:22
En la agónica carrera que está siendo para el Amorebieta la lucha por la permanencia, los azules se han topado ya varias veces en su camino con la misma piedra. Un tropiezo reincidente que parecía olvidado desde hace ya algunas semanas pero en el que ... los de Urritxe han vuelto a recaer. Lo han hecho, además, con una gravedad preocupante que les está cercenando de manera importante. Son dos viejos fantasmas que han vuelto a la palestra en los últimos duelos.
El Amorebieta había logrado convertirse en un equipo firme en defensa y que se recuperaba de los golpes con una actitud encomiable. Sin embargo, la situación parece haber vuelto al punto de partida en el peor momento. Los tantos encajados en los inicios de cada periodo o en momentos denominados psicológicos vuelven a ser un lastre para los de Jandro. Al igual que el balón parado, otra faceta que habían logrado reconducir a su favor y que de nuevo se les ha vuelto en contra.
Dentro del desastre generalizado que fue el encuentro de este domingo en Ipurua se pueden encontrar varios ejemplos. De entrada, el Eibar se adelanta en el marcador a los nueve minutos en un saque de esquina. Dos por uno. Un tanto que desestabilizó a los vizcaínos, demasiado precipitados e imprecisos ya desde ese instante. Justo antes del descanso, penalti convertido por Aketxe, con pique incluido con Jonmi. Otro mazazo. Y a la vuelta de vestuarios, apenas discurridos cuatro minutos, Corpas firma la sentencia, dejando sin opción alguna a la reacción del Amorebieta ante el rodillo que fueron los de Joseba Etxeberria, necesitados de darse una alegría para disipar dudas.
Hace una semana, en El Plantío, el Amorebieta logró rescatar un valioso punto gracias al doblete de Morcillo, sí. Pero el Burgos había hurgado antes en la misma herida. Los de Bolo se adelantaron en el marcador en el minuto 8 y aumentaron su renta en el 47'. Pero es que contra el Valladolid en Lezama, hace ya un par de jornadas, los zornotzarras habían recaído ya anteriormente en sus males.
Cierto es que estaban en inferioridad numérica por la expulsión de Félix, pero los pucelanos dejaron el partido visto para sentencia tras el descanso con dos acciones de estrategia: un córner en el 49' y un gol tras una acción de pizarra en una falta lateral.
Decía ayer Jandro tras la goleada en Eibar, donde el Amorebieta estuvo apoyado por cerca de quinientos aficionados, que este recaer en viejos males es algo que «me preocupa». «Nos ha pasado muchas veces y nos sigue pasando. Tendremos que hacer algo para que no vuelva a pasar», incidía cargado de argumentos.
No hace falta echar la vista demasiado atrás para encontrar situaciones similares. En la jornada 33, contra el Alcorcón, Jacobo marcaba de libre directo a los cuatro minutos de partido. Unas semanas antes, Dani Fernández también convertía una falta desde la frontal al filo del cuarto de hora. O el gol del Oviedo a los tres minutos en el Tartiere.
Sin olvidar tampoco el gol de Juanto para el Eldense en Lezama, en el 8' de juego, una diana que nunca debió subir al marcador por un flagrante fuera de juego que el VAR no pudo comprobar 'por falta de medios' y que acabó condicionando por completo el desarrollo de aquel duelo directo entre recién ascendidos.
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