Una victoria liberadora para el Amorebieta

Pero más allá de la mucha importancia que tiene en el aspecto deportivo, volver a ganar sirve para que el vestuario zornotzarra se rearme a nivel moral. Tras casi tres meses en caída libre y sin poder paladear una victoria, los golpes encajados han ido haciendo mella en la confianza del grupo. «Nos hemos quitado un peso de encima», reconocía el propio Jandro Castro en sala de prensa. «Esperemos que sirva de punto de inflexión para que la gente se libere, para que nos dé esa confianza que nos faltaba para seguir mejorando», incidía.

Una inyección de moral más que necesaria para un Amorebieta necesitado de alegrías, conseguida «con muchísimo sufrimiento ante un grandísimo equipo». «Tal y como veníamos nosotros y como venían ellos, la gente podía pensar que el Elche iba a ganar. Nos hemos llevado un partido que nadie esperaba pero que nosotros teníamos muy claro que podíamos ganar», se felicitaba el míster asturiano del Amorebieta.

El duelo tuvo dos mitades diferenciadas pero con un mismo patrón: el dominio del Elche. El Amorebieta no llegó a tener ni el 30% de la posesión en el encuentro. Así que no les quedó más remedio a los azules que enfundarse el mono de trabajo para frenar a los de Beccacece, que se fue de Lezama de no muy buenas maneras. Durante la primera mitad, los de Urritxe no terminaron de ajustar bien y eso lo aprovechó el cuadro franjiverde para encerrarles sobre su área durante demasiados minutos. Tras el descanso, los vizcaínos estuvieron mejor plantados y, además, encontraron la recompensa del gol en una acción de bella factura y gran definición por parte de Josué Dorrio. «En el descanso hablamos de cambiar alguna cosa, apretar algo más arriba a sus laterales, los pivotes y los centrales dar un paso adelante... Nos ha salido mejor, hemos sufrido menos que en la primera y hemos conseguido marcar», detallaba Jandro.

Lo novedoso de este encuentro fue la 'renuncia' del titular del banquillo de Urritxe a su habitual esquema táctico para dibujar una línea de cinco atrás. «Buscaba defender a un equipo como el Elche, que mete mucha gente por dentro, estira mucho a los jugadores de banda… Tenía que intentar cambiar algo porque la dinámica no era buena. Creía que era el momento y ante el equipo adecuado también», argumentaba el de Mieres.

Entre los varios cambios de peones que introdujo en su once inicial, quizá el más destacado fue la presencia de salida de Iker Unzueta, dejando en el banquillo a Eneko Jauregi. El de Abadiño respondió a la confianza del técnico cuajando un buen encuentro en el que «lo ha hecho prácticamente todo bien». «Era un partido para sacrificarse mucho defensivamente, lo ha hecho: era para correr a la espalda, lo ha hecho; era para quedarse los balones, se los ha quedado y muy bien. Ha tenido alguna opción para tirar, pero ha decidido pasar», comentaba Jandro esbozando una ligera sonrisa en este punto. «Contento porque era su primera titularidad y lo ha hecho bien. Todos estamos contentos», añadía.

El triunfo es un pequeño paso adelante para el Amorebieta, al que le queda no obstante mucho camino por recorrer. «Ahora ya tenemos que pensar en el siguiente partido porque hemos ganado pero estamos en una situación delicada», recordaba Jandro. «Todos los partidos son una final y los vamos a jugar como una final. Para salir de ahí tenemos que volver a ganar y volver a ganar. Pero sobre todo volver a ganar el siguiente», lanzaba.