Una victoria balsámica para el Amorebieta

El vestuario no había perdido en ningún momento la fe, pero nueve partidos sin ganar hacen que surjan muchas dudas. Lo reconocía el capitán Iker Seguín en una entrevista a este periódico. El punto cosechado en El Molinón fue un chute de moral para los azules, que querían dar continuidad y hacerlo bueno en casa ante un Tenerife en horas bajas.

Dicho y hecho, aunque no sin un enorme sufrimiento. Más aún en un segundo periodo condicionado por la injusta expulsión de Kwasi Sibo apenas reiniciado el partido, en un lance en la que el mediocentro ghanés toca balón y apena roza con talón de su bota el empeine de Aitor Sanz. «La he visto de cerca y me ha parecido que iba al balón. No es una agresión ni va con mala fe ni a hacer daño. Pero la ha visto el VAR, roja y ya está. Una más», se resignaba Haritz Mujika tras el partido.

«A partir de ese momento, nos ha tocado trabajar más aún. Hemos estado muy serios defensivamente y Jonmi ha hecho buenas paradas. Sé que ha tenido momentos difíciles pero aprovecha bien sus oportunidades. Hoy ha hecho un gran trabajo, nos ha dado seguridad. Estamos muy contentos por él y por el equipo», comentaba sobre la gran actuación del joven meta zornotzarra, autor de varias intervenciones 'de valor gol'.

Mujika, y por extensión todo el vestuario, tenía muy claro que «lo importante en nuestra situación era ganar en casa». «Es verdad que el equipo necesitaba algo así como lo que nos pasó en El Molinón, porque en los partidos no nos generaban tanto pero sí que nos hacían daño. Ese trabajazo se ha visto trasladado a la semana, con el equipo muy convencido de que es capaz de hacer grandes cosas», valoraba el titular del banquillo de Urritxe.

Otra de las claves fue el hecho de poder mantener su marco inmaculado ante un Tenerife que sometió al Amorebieta a un asedio constante, con hasta 23 remates sobre la portería vizcaína. «Necesitábamos volver a ser un equipo fiable defensivamente. Con uno menos hemos sufrido, nos han metido atrás, nosotros hemos intentado salir peor no podíamos. Pero hemos defendido bien y además hemos metido otro gol», exponía Mujika, satisfecho también por la efectividad de su equipo.

Álvaro Núñez y Javier Avilés firmaron dos dianas de gran belleza en momentos clave. La del lateral bilbaíno llegó mediado el prime periodo, cuando el Tenerife se empezaba a hacer con los mandos del encuentro. La del extremo madrileño, al filo de la hora de juego, diez minutos después de quedarse los azules en inferioridad y en el que fue el único disparo de los zornotzarras de toda la segunda mitad. «La eficacia vale mucho. A nosotros ha habido partidos que nos ha faltado, pero la estamos cogiendo otra vez», señalaba Mujika.

Como no podía ser de otra manera, la caseta zornotzarra, muy necesitada de alegrías, estaba exultante tras una victoria que les quita un enorme peso de encima. «Era muy importante para el equipo hacer un gran partido. El equipo ha respondido y eso es lo más bonito para un entrenador. Que incluso con uno menos responda de esa manera, da gusto», agradecía el técnico de Pasajes.