La salvación se aleja un poco más para el Amorebieta

Los cinco puntos logrados ante Elche, Huesca y Albacete han sido una inyección de ánimo para la plantilla, pero a nivel clasificatorio les han servido de más bien poco. Pese a esos resultados positivos, el muro que les separa de la salvación se ha incrementado hasta los diez puntos. Los azules tienen veintiuno en su casillero mientras que el Cartagena marca el límite con treinta y uno. Además, la goleada del Huesca al Mirandés (0-3) de este lunes saca a los azulgranas de la zona roja al mismo tiempo que mete a los burgaleses en la pelea.

Desde que los zornotzarras cayeran al farolillo rojo, allá por la vigésimo segunda jornada, a mediados de enero, nunca hasta ahora la brecha había sido tan grande. Entonces, eran siete los puntos que había de por medio. El salto de nuevo puntos llegó tras caer contra el Cartagena en un duelo directísimo en la 24º fecha. Una desventaja que ha permanecido estable hasta esta semana pese a esa mejoría en los resultados ofrecida por los azules.

Con catorce jornadas aún por disputarse, seis de ellas al abrigo de su afición en Lezama y ocho como foráneos, el reto de la permanencia para el Amorebieta es prácticamente quimérico. Las variadas y diversas predicciones que suelen aparecer a estas alturas de campeonato le otorgan, de hecho, tan solo un 3% de posibilidades de lograr la continuidad en Segunda División. Pese a tener todo muy en contra, en Urritxe tienen claro que nadie se baja del barco ni arroja la toalla antes de tiempo. Si tienen que morir, lo harán matando.

El duelo de este pasado fin de semana contra el Albacete fue una oportunidad perdida por el Amorebieta para recortar puntos en esa agónica lucha. En la caseta lo saben y por eso el sentimiento es de rabia contenida. «Queríamos ganar porque de haber ganado habríamos recortado a casi todos», analizaba Jandro. «Un punto nos sabe a poco, incluso antes de empezar. Creo que merecimos algo más. A nivel de clasificación es insuficiente, pero es la tercera semana consecutiva puntuando y la reacción del equipo ha sido buena», proseguía el técnico asturiano del Amorebieta.

«Vi a un equipo que mentalmente está muy fuerte. En otras ocasiones hemos comentado que nos metían un gol y nos veníamos abajo. En esta ocasión el equipo mentalmente fue muy fuerte, jugamos bien al futbol. No les puedo pedir más porque lo han dado todo, han estado bien, han competido bien, han merecido ganar. Es la línea a seguir», valoraba el titular del banquillo de Urritxe, visiblemente dolido por el insuficiente punto cosechado. «Eso es lo que le pido al equipo y lo que me gusta. Esa reacción del equipo en un momento muy complicado me demuestra que el equipo está fuerte, el equipo está entero en un momento muy complicado y que quiere seguir luchando».

En ese partido, uno de los más destacados fue Jon Morcillo, que regresaba a un once titular tras seis jornadas partiendo desde el banquillo. El zornotzarra se mostró especialmente activo, sonre todo en la segunda mitad. Se le vio con confianza. Encaró, desbordó y buscó portería. Estrelló un buen zapatazo en la madera y gozó de varias acciones más para haber estrenado su casillero anotador con el Amorebieta.

Jandro tuvo palabras de elogio para Morcillo, al que definió como «un jugador que tiene cosas diferentes». «Es un muy buen jugador, necesita un poco más de continuidad en el juego a lo largo de una liga, pero tiene cosas de un jugador muy bueno. Las condiciones que tiene son muy buenas, pero tiene que sacarlas más», expresaba. «Seguro que nos va a dar mucho, tiene que seguir esta línea».