El Rayo Vallecano dirigido por Iraola asciende a Primera División

Andoni Iraola devolvió este domingo al Rayo Vallecano a Primera. El técnico de Usurbil ha sido capaz de conseguir que su equipo superara todos los obstacúlos en el play-off de ascenso, que se convenciera de sus posibilidades pese a haber entrado como sexto clasificado, y ya está en Primera después de haber finiquitado al Leganés con doble victoria y este domingo, de hacer el más difícil todavía, remontar el 1-2 de la ida con un 0-2 en Montilivi y con diez jugadores desde el inicio de la segunda parte. Un ejercicido de compromiso, de ambición y de sacrificio que ha llevado al club vallecano de nuevo a la élite del fútbol español.

Sin duda, un enorme éxito para Andoni Iraola, que como reconoció al finalizar el encuentro, «me ha tocado vivir la parte buena» de su incipiente carrera como entrenador. Después de brillar a los mandos del Mirandés, al que llevó a semifinales de la Copa del Rey, esta temporada conquistó con sufrimiento el play-off de ascenso, y una vez en él, «hemos sido el mejor equipo», como afirmó Iraola.

«Siempre hemos creído en nosotros, hemos tenido ambición, y hemos demostrado que tenemos alma. Veníamos de un resultado muy injusto en el partido de ida, pero hemos sido valientes, nos la teníamos que jugar y tras marcar pronto, ese segundo gol en el descuento del primer tiempo ha sido decisivo», admitió el exfutbolista del Athletic, que ahora se va a tomar un respiro antes de valorar su continuidad en el Rayo para buscar su debut en Primera como entrenador. «Vamos a celebrarlo y después, en un par de días, nos reuniremos con el club, para ver si tenemos las mismas ideas, y seguir con el trabajo», declaró Iraola, que este domingo se convirtió en el gran triunfador del play-off de ascenso a Primera.

Su equipo le dio la vuelta a la eliminatoria al filo del descanso, con goles de Álvaro García y de Óscar Trejo, y resistió con diez durante más de media hora ante un desesperado Girona. El conjunto de Francisco especuló en el primer tiempo fiándose de su importante victoria en Vallecas, y cuando reaccionó, sin ideas en ataque, no encontró el gol.

En la primera parte el Rayo fue muy superior y en la segunda aguantó con uno menos a base de coraje y de sacrificio defensivo, tras la injusta expulsión de Emiliano Velázquez. El árbitro le mostró una segunda amonestación al jugador uruguayo, que se resbaló y no mereció la tarjeta, pero al no poder entrar el VAR por tratarse de una segunda amarilla, dejó al conjunto de Iraola en inferioridad y obligó a los franjirrojos a un esfuerzo aún mayor.

El Rayo mostró buen juego y verticalidad hasta que se quedó con uno menos, y también consistencia y mucho oficio cuando le tocó aguantar y destruir. Incluso el Girona, al que le pudo la ansiedad, dispuso de mejores ocasiones para conseguir un gol cuando jugó contra once, pero Luca Zidane evitó un par de tantos cuando se acababa el primer tiempo, antes del gol de Óscar Trejo y poco antes de la marcha de Velázquez. Al final, los balones a la olla fueron el único recurso ofensivo del Girona frente a un heroico Rayo, que plantó en su área un muro infranqueable y salió con justicia airoso después de tanta agonía.