Pesadilla antes de navidad para el Amorebieta

A Jandro Castro debió de gustarle mucho el encuentro que su Amorebieta protagonizó días atrás ante el Zaragoza en Lezama, porque el técnico asturiano repitió fórmula y protagonistas en el choque a vida o muerte contra el Alcorcón. Los zornotzarras quisieron mandar desde el arranque con esa nueva idea de juego que quiere proponer el nuevo inquilino del banquillo azul, pero lo que se topó fue con un respondón equipo alfarero.

Más intensos los de Mehdi Nafti, apretaron en la salida de balón del cuadro vizcaíno y, sobre todo, buscaron con insistencia el balón parado. A los cinco minutos, de hecho, el ex del Amorebieta Koldo Obieta llegó a perforar la meta de Pablo Campos tras un saque de banda, pero el gol del ariete de Gernika no subió al marcador por fuera de juego. Solo fue un aviso.

Al Amorebieta le costó hacerse con la manija del encuentro. Fue casi media hora no de dominio visitante, pero sí minutos en los que el Alcorcón tenía más claro lo que quería hacer. Cuando logró tener fluidez con el esférico, el conjunto de Urritxe comenzó a pisar más zonas de peligro, especialmente por el costado derecho. Sin remates claro, el Amorebieta echó mano de nuevo de la estrategia para golpear primero en el partido. Saque de esquina ejecutado por Dorrio al segundo palo y Félix, casi sobre la línea de gol, metió la cabeza para remachar y anotar su segunda diana consecutiva.

La alegría, sin embargo, le duró muy poco al Amorebieta porque el Alcorcón igualó apenas tres minutos después y en una acción que es el abecé del fútbol. Una peinada de cabeza entre los centrales para que Obieta cumpliera con la 'ley del ex', llevando el empate al marcador del campo 2 de Lezama. La recta final del primer periodo no tuvo demasiado juego, pero el choque sí que dejó patente que ambos contendientes se jugaban algo más que tres puntos, con varios encontronazos e intercambios de pareceres subidos de tono. El Alcorcón, eso sí, pudo anotar en el añadido en un lanzamiento de falta directa que se estrelló en la misma cruceta.

La segunda mitad arrancó con una calma tensa que apenas se rompía con fogonazos muy aislados. Los azules tenían el balón pero lejos de la portería visitante, sin hacer sufrir en absoluto a los alfareros, que se dedicaban a esperar el fallo para desplegarse con balones largos. El Alcorcón tuvo además la pizca de suerte que se le niega al Amorebieta. En un córner mediado el segundo periodo, Víctor remachó en área pequeña tras una serie de desafortunados rebotes.

Si el empate fue un mazazo, este segundo tanto fue directamente la sentencia del partido pese a los muchos minutos que quedaban por delante. Jandro movió peones, metió pólvora, pero el Amorebieta fue del todo incapaz de encontrar el camino hacia el marco rival. No solo eso, sino que dos regalos en el añadido estuvieron a punto de costarle el tercero.