Un mal menor para el Amorebieta

Lo que no puedas ganar, no lo pierdas. Y en ello puso todo su empeño ayer el Amorebieta, que logró sacar un punto de oro en el duelo directo contra el Alcorcón en Santo Domingo, pese a acabar jugando la última media hora con un jugador menos por rigurosa expulsión de Unai Bustinza, cuya primera amarilla no debió ver nunca. El empate ante los alfareros mantiene muy vivos a los de Urritxe en su lucha por eludir el descenso ya que mantienen los tres puntos de desventaja sobre la permanencia, marcada precisamente por los de Nafti. Eso sí, ya con nueve jornadas por delante y un calendario complicado. Aunque eso no va con Jandro y los suyos, que no miran más allá del siguiente enfrentamiento.

La zona baja de la tabla sigue comprimida a más no poder, con los equipos escalonados de punto en punto. El nuevo colista es el Villarreal B, con 30 unidades. Uno más para el Amorebieta (31), que tiene por delante a Andorra (32) y Albacete (34). El Alcorcón, primero en librarse de la quema, tiene 34. Y por encima un Mirandés y un Cartagena que no pueden descuidarse, con 37 y 39 respectivamente.

Del choque de Santo Domingo, las conclusiones que se pueden sacar son claras. La primera, que cuando el Amorebieta logra hacerse con la manija del juego se ha convertido en un equipo muy capaz y valiente. Y la segunda, que los zornotzarras defienden como un bloque compacto al que es difícil meterle mano, incluso en inferioridad. Los alfareros lo intentaron por todos los medios, pero los de Urritxe fueron un muro. Y cuando lograron derribarlo, ahí apareció de nuevo Jonmi Magunagoitia, a quien Jandro mantuvo bajo palos.

«Al final, el empate para nosotros es bueno. Queríamos ganar, pero es bueno por cómo se ha puesto el partido, con uno menos», se resignaba Jandro a la conclusión del encuentro. «El equipo hizo un esfuerzo muy grande, defendimos muy bien el área y concedimos muy poco con uno menos», se felicitaba. «Ahora, a pensar ya en el siguiente, a ver si hacemos bueno este punto», decía pensando ya en el enfrentamiento de este viernes en Lezama (20,30h) contra un Racing de Ferrol que sueña con colarse en play-off.

En su análisis de lo sucedido en Santo Domingo, el técnico asturiano ponía en valor que «en la primera parte, a pesar de no tener muchas ocasiones, sí que tuvimos un poco más de control de juego». «Ellos empezaron mejor y metieron el gol. A partir de ahí, conseguimos dominar, hacernos con el control y conseguimos empatar», incidía.

Un duelo tan equilibrado como el de ayer se vio enormemente condicionado por la doble amarilla a Unai Bustinza. La segunda amonestación no deja dudas, pero la primera llega en un lance en el que el central ni siquiera toca al atacante alfarero, que se deja caer y da varias volteretas sobre el césped. De haber cartulina, debería haber sido para Morán, que sí lelga a contactar con el rival en la espalda. Un hecho que está haciendo valorar al club de Urritxe si recurrir para poder contar con el central este viernes.

«Ocasiones no hemos generado mucho ninguno de los dos equipos. A partir de la expulsión, el partido cambia. Teníamos que defendernos. Si conseguíamos coger alguna contra, bien. Pero era difícil porque ellos estaban en nuestro campo todo el rato y cuando robábamos no teníamos gente por delante para correr», describe Jandro. «Mi equipo hizo un esfuerzo enorme con uno menos, hicimos todo lo que había que hacer para puntuar».

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