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Ignacio Pérez
«Cuando llegué, me encontré con un equipo que quería creer»
Jandro Castro, entrenador del Amorebieta

«Cuando llegué, me encontré con un equipo que quería creer»

El técnico asturiano defiende que «la experiencia quizá no sea tan importante como la gente lo ve»

Fernando Romero

Lunes, 25 de marzo 2024, 20:10

El Amorebieta atisba algo de luz al final del túnel. Tras diez jornadas en lo más profundo de la clasificación, los de Urritxe han revivido de la mano de su técnico, Jandro Castro, cuya llegada propició muchas dudas pero a quien el tiempo, y sobre todo los resultados, le están cargando de razones. La brecha con los puestos de salvación aparece ya como salvable, que no asequible.

No obstante, los números invitan a un moderado optimismo. Porque los azules son, con 14 de 21 puntos sumados, el mejor equipo de las últimas siete jornadas en LaLiga Hypermotion. Una muy positiva dinámica que, además, les ha permitido sumar dos victorias consecutivas por primera vez en la categoría de Plata.

«Todo eso quiere decir que estamos haciendo las cosas bien y que los jugadores están compitiendo muy bien. Es verdad que el equipo ha dado un paso adelante, sobre todo a nivel de puntos, y eso nos permite estar más cerca del objetivo», asevera Jandro Castro en una entrevista concedida a EL CORREO. «Pero tenemos que seguir ganando. Queda mucho y todavía estamos en una situación complicada», advierte.

El técnico asturiano es, aparentemente, un hombre tranquilo, poco dado a aspavientos. Aunque vehemente si hace falta. Tampoco da puntada sin hilo. Sus mensajes son cortos pero claros. Como el que repite semana a semana de que «nuestra liga es a un partido, y a un partido se puede ganar a cualquiera». «Lo tengo clarísimo», defiende. «Está todo muy igualado, se ve en los resultados. Desviarte de eso te descentra del objetivo, piensas más de la cuenta. Nosotros seguiremos yendo partido a partido porque es lo único que nos va a sacar de ahí», incide.

Recelo

«Cuando los resultados salen, va todo más rodado», señala el de Mieres. Aunque sus inicios fueron complicados. Su falta de experiencia en los banquillos despertó muchas dudas. «¿A qué se llama experiencia?», interpela Jandro. «Porque sí que es verdad que es mi tercer año entrenando, pero he jugado más de 400 partidos entre Primera y Segunda, y conozco la categoría muy bien», se defiende.

«Haber estado tanto tiempo en un vestuario me da para conocer cómo piensa el jugador y saber cómo actuar. Otra cosa es que luego sepas cómo transmitir lo que tu quieres. La experiencia tal vez no es tan importante como la gente lo ve», manifiesta el técnico de los zornotzarras. «En la vida vas aprendiendo de las experiencias que has tenido. Y yo he estado abajo, he aprendido mucho, y ahora me vale mucho para llevarlo a los jugadores».

Jandro desembarcó en Urritxe en un momento muy delicado para el equipo pero con las ideas muy claras. De entrada, le gustó lo que se encontró en la caseta, «un equipo que quería creer». Y en eso puso todo el empeño en las primeras semanas. «Lo que les trasladamos a los jugadores era un mensaje de trabajar, de entrenar bien, de querer y de creer. Porque el jugador tiene que creer en la idea, que es lo más importante», detalla.

El punto de inflexión

La actual buena marcha de los azules se inició con la victoria en Lezama ante el Elche. El Amorebieta encadenaba tres derrotas seguidas, pero lograron imponerse a los franjiverdes, «un equipo que quizá sea ahora el más en forma de la categoría, y fuimos capaces de ganarles». «Esa victoria nos dio mucho porque los jugadores después de ese partido se liberaron. Desde entonces, están sacando todo su potencial, que lo tienen», elogia Jandro. «Son un señor equipo, esa es una palabra clave. Un grupo humano muy bueno que se lleva muy bien entre ellos, que no siempre es fácil cuando estás abajo».

Casualidad, o más bien no, aquel día Jandro recuperó para el Amorebieta la línea de cinco atrás porque «algo teníamos que hacer». «El equipo no estaba mal defensivamente, pero no ganábamos», explica. El preparador asturiano buscaba esa vuelta de tuerca que le faltaba a su Amorebieta, alcanzar una solidez y una madurez defensiva que les propulsara hacia adelante. «Estábamos encajando mucho en los primeros minutos de los partidos, ir a remolque es muy difícil por el golpe moral que supone. Para mí, mantener la portería a cero es una de las claves de la evolución del equipo, porque cuando lo consigues estás en disposición de ganar. Lo hicimos en Zaragoza y ganamos, lo hicimos en Andorra y ganamos...», afirma.

«El equipo ahora está más tranquilo, más sólido. Es la sensación que queríamos tener. Personalmente estoy muy contento de ver que las horas de trabajo que le echas a esto dan sus frutos», se sincera Jandro. «Pero los que lo ejecutan todo son los jugadores, que están haciendo un esfuerzo enorme. Ahora parece que va todo un poco mejor, es todo mental», reitera el técnico. «Se lo digo a los jugadores y se lo digo también a la afición. Mi mensaje es que crea todo el mundo. Vamos a pelear cada partido por conseguir el objetivo. Por darlo todo no va a ser, desde luego», arenga.

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