El Leganés endosa un severo correctivo al Amorebieta

El Amorebieta buscaba en Butarque dar un radical giro de timón a la dinámica de las últimas jornadas pero lo que hizo fue confirmar todas las dudas que viene arrastrando el equipo desde hace algunas semanas. El Leganés le endosó una muy dolorosa 'manita' sacando provecho de las desconexiones, errores y falta de contundencia de los de Haritz Mujika. El cuadro pepinero tiró de practicidad y acierto para minar la moral de un equipo que necesita rearmarse en todos los sentidos.

Porque el Amorebieta acudía con la necesidad de sumar de tres en tres y lo que acabó sucediendo fue que se volvió de vacío y con un carro de goles en contra en su zurrón. Mujika diseñó de inicio un once con varias novedades pero bastante reconocible. Más aún teniendo en cuenta que en casa se quedaron Mier, Etxeita y Morán por distintos problemas físicos. A ellos se les sumó durante el calentamiento Carbonell, que se estuvo probando pero finalmente se tuvo que quedar fuera del equipo inicial.

Los azules entraron bien, con las ideas claras y una actitud podría decirse que hasta valiente. Ambos contendientes se mostraron mucho respeto en el arranque y apenas pasó nada reseñable. Sibo peinó mal un saque de esquina para los vizcaínos y Miguel avisó con un disparo desde la frontal para los madrileños.

Pero el Leganés, supo hacer daño aprovechando el punto flaco de los zornotzarras: la falta de contundencia y de concentración. En un abrir y cerrar de ojos, el cuadro pepinero se puso con dos goles de ventaja. Eraso perdió un balón en la medular, Raba lanzó la contra y Miguel batió a Jonmi de disparo cruzado. Cuatro minutos después, el propio Miguel sacó provecho de la falta de entendimiento entre Gayá y Hernando, que saltaron a por el mismo balón. El ariete no desaprovechó el regalo.

Lo positivo para el Amorebieta es que no le perdió la cara al partido, no bajó los brazos en ningún momento. Le faltó precisión en muchos momentos, pero siguió buscando un tanto que le metiera en el partido. Eneko Jauregi, en su regreso a la titularidad, gozó de varias acciones muy claras. Incluso llegó a anotar antes de la media hora, pero el colegiado anuló el tanto por mano clara del delantero de Muxica. Justo antes del descanso, Dorrio logró sacar un buen centro desde la izquierda pero el cabezazo del ariete se estrelló en la madera.

Haritz Mujika quiso darle un impulso al equipo con un poco habitual doble cambio en el descanso. Dejó en la caseta a Morcillo y Eraso para dar entrada a Rayco y Avilés. Sin embargo, el Leganés, con la connivencia del colegiado, se encargó de anular cualquier intento de reacción azul con rapidez. A los cinco minutos de la reanudación, Miguel redondeó su gran tarde anotando su tercer tanto. Fue en una acción en la que los jugadores del Amorebieta protestaron una falta anterior de Raba, que empujó claramente a Lasure.

Con el partido decantado tan claramente, el encuentro no tuvo mucha más historia. El Amorebieta fue un querer y no poder ante un conjunto pepinero que no levantó el pie del acelerador. Portillo mandó una falta directa al travesaño antes de que Diego García, tras una sensacional parada de Jonmi, aprovechase el rechace para anotar el cuarto. Raba fue el encargado de firmar la manita en el tramo final del encuentro, con los azules ya pensando en el pitido final del colegiado. En el tiempo extra, Chicco dio la puntilla con el sexto.

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